Bien, pues una “rara
avis” del cine de nuestro tiempo: Por su textura técnica, por su
tratamiento, por la reflexión que comunica,
por lo diferente de su luz, por sus
personajes…
No es que me haya entusiasmado especialmente pero admito que
sí me ha despertado curiosidad por ir avanzando en el argumento.
Estamos ante una obra de realismo mágico. Los dos o tres
acontecimientos que operan de inflexión en el desarrollo de la historia vienen a ser fenómenos que están
en abierto desacuerdo con la razón y la lógica… ¿es una premeditación para romper esquemas y teñir de otro color eso que entendemos
por realidad?...
El guion juega con la ambivalencia desde el primer momento.
Estamos viendo a un grupo de personas organizadas
en régimen de semiesclavitud al servicio de una marquesa. Se podría pensar que son otras épocas pero los
objetos que vemos nos indican que estamos en la sociedad de hoy. Esa
incongruencia sorprende.
El ejercicio del poder al servicio de la explotación: la
marquesa a través del administrador esclaviza a los agricultores y éstos a su vez a los elementos más débiles
del grupo en un encadenado sin fin. Más adelante veremos a grupos, que
asociamos con migrantes (esa realidad tan de hoy), en la misma cadena. En
definitiva estamos hablando de DEPREDACIÓN,
el más grande o más fiero se come al otro. Los aullidos de la manada de lobos,
presentes en la película, nos dan esa pista.
El personaje de Lazzaro simboliza la bondad, el esfuerzo, la
solidaridad, la entrega a los demás… su actitud dignifica la raza humana… pero
también es símbolo de fragilidad
emocional; su soledad, su necesidad del otro, le impide discriminar la
maldad de la bondad lo que, finalmente, acabará con él… ¿o tal vez deviene en
lobo estepario depredador…?...
La simbología del guion lo deja para que cada cual haga la
interpretación que mejor le parezca.
Los espacios de la película nos sitúan en una plantación
agrícola arrinconada de la modernidad y posteriormente en la periferia marginal
de una gran ciudad. Los personajes pasan de una a otra.
Pero nuestro Lazzaro protagoniza un fenómeno de viaje en el
tiempo: él permanece igual mientras que los demás han envejecido. “La teoría de Einstein señala que cuando los
objetos aceleran su velocidad en el espacio también se acelera el ritmo del
tiempo por lo que, si el objeto viaja suficientemente rápido, puede ir al
futuro” La caída de Lazzaro por el gran acantilado bien podría servir de pretexto
para tal fenómeno. O simplemente es un hecho “mágico”, o “milagroso” por seguir
la parábola del Lázaro resucitado…
Buen trabajo actoral en general, y el de Lazzaro
especialmente adecuado, destila bondad.
Adecuadas localizaciones, ambientación, bellísima banda
sonora combinando música y sonidos ambientales, luz, algunos fotogramas admirables…
Pero, como viene ocurriendo últimamente con muchas películas,
demasiado larga; un montaje más pulcro habría permitido eliminar secuencias fútiles
y aligerar el ritmo.
Título original: Lazzaro felice
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REPARTO:
Alba Rohrwacher,
Adriano Tardiolo,
Agnese Graziani,
Luca Chikovani,
Sergi López,
Natalino Balasso,
Tommaso Ragno,
Nicoletta Braschi,
Leonardo Nigro
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Año: 2018
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País: Italia
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Dirección: Alice Rohrwacher
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Guion: Alice Rohrwacher
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Fotografía: Hélène Louvart
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Productora: Coproducción
Italia-Suiza-Francia-Alemania; Tempesta / Amka Films
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Duración: 125 min.
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-MAY IBÁÑEZ-
Noviembre 2018
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