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miércoles, 3 de abril de 2024

"EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR" Cine 2023

 


Acabo de ver la película “El maestro que prometió el mar” a través de Movistar tumbada en el sofá de casa. Me doy un tiempo para sacudirme la conmoción y el nudo que me oprime la garganta…

El argumento parte de una mujer que se empeña en buscar a un antepasado familiar del que ignora todo y que la lleva, desde la oportunidad que ha dado la Ley de la Memoria Histórica de 2007 (hoy Memoria Democrática 2022), a unas fosas donde se están exhumando restos de represaliados republicanos; eso le da la oportunidad de conocer a un anciano a través del que va enlazando datos hasta descubrir a la persona que buscaba, su bisabuelo, y el entorno en que vivió, del que formaba parte el maestro protagonista de la historia.

Narración en flashback alternando el pasado, 1935, y el presente próximo, 2010, que nos da la
oportunidad de reflexionar, más allá de lo que muestra la película, en dos ámbitos:

La situación política de entonces con el intento de reformas de la Segunda República: ejército, relaciones Iglesia-Estado, educación y cultura, descentralización política del estado, la propiedad agraria, las condiciones sociales de los obreros, los derechos individuales, el sufragio femenino…todo lo cual supuso un ilusionante proyecto de modernidad para España, pero también la dificultad de llegar a consensos y el enconamiento de las actitudes de quienes lo veían insuficiente o de quienes se oponían hasta la deriva del golpe de estado y el comienzo de la guerra civil.

La educación: Respecto al aspecto educativo, el maestro, Antonio, un catalán destinado a la escuela de Bañuelos de Bureba (Burgos) es un cenetista consecuente con las ideas del anarquismo en educación: “Hasta el primer tercio del siglo XX, las escasas instituciones educativas estaban en manos de la Iglesia y el analfabetismo era la norma. La burguesía liberal intentó resolver este problema a través de la Institución Libre de Enseñanza educando a las élites. El movimiento obrero, y en especial el anarquista, abordarían una ingente tarea de educación popular. Para el anarquismo la educación era la llave de la revolución. Además de mostrar querencia por el autodidactismo, los sindicatos de la CNT eran considerados la “Universidad del Obrero” pues allí la clase trabajadora encontraría las herramientas organizativas e intelectuales para conseguir su emancipación. José Manuel Mato Ortega Licenciado en Historia y Humanidades”.

Y ¡Qué bien notas el cambio en los niños! La sorpresa ante la actitud próxima y respetuosa del maestro con ellos frente a la severidad e intransigencia anterior; y el entusiasmo por aprender y participar en cuantas tareas se proponen. Son secuencias deliciosas y emotivas de los y las niñas con su maestro.

Yo, como docente, me he visto reflejada en muchos momentos porque esa metodología ha sido la mía: el conocimiento como aventura, o la aventura del conocimiento. Respetar la individualidad y promover la autoestima… ¡Cuánto bueno recibes del alumnado cuando se actúa así! Y qué bien que se vayan descubriendo a sí mismos y conformando su identidad en libertad…

La película obra el milagro de meterte en ese pueblo burgalés, en esa escuela, en sus calles y en sus
casas, en los temores y los silencios de la gente, en lo que dicen sus miradas; en los malos, que hacen cosas malas, en los buenos, que hacen cosas buenas… Y esa escena en la plaza con todo el pueblo como testigo, incluidos los niños, incapaces de reacción ante un hecho execrable que hace saltar de la butaca a los espectadores.

No se han encontrado los restos de Antonio Benaiges, el MAESTRO, pero esta película VIENE A SER UN ACTO DE JUSTICIA HISTÓRICA recuperando su memoria.

La película es una obra sin pretensiones, pero logra que el espectador no se aparte ni un momento de su trama. Me han gustado los colores pastel de los interiores; la música de notas suaves, largas y envolventes cortadas por golpes suaves de piano; el vestuario para ubicarnos en la época; el pueblo…

Y magnífica la interpretación de los actores y actrices, a destacar la de Enric Auquer como el maestro.

Es una película que hay que ver sí o sí porque es dura y hermosa y por si aprendemos de los errores y no los repetimos…aunque, tal como está el mundo lejano y el próximo, no sé si será posible.

TÍTULO: “El maestro que prometió el mar”

REPARTO:

Antonio Benaiges es Enric Auquer

Ariadna es Laia Costa

Charo es Luisa Gavasa

Emilio adulto es Ramón Aguirre

Carlos niño es Gael Aparicio

Josefina niña es Alba Hermoso

Emilio es Nicolás Calvo

 

Dirección: Patricia Font

Guion: Francesc Escribano/ Albert Val

Producción: Francesc Escribano y otros

Música: Natasha Arizu del Valle

Fotografía: David Valldepérez

País: España/ estreno: 10/11/2023

Duración: 110 minutos

Género: Biografía

Nominaciones a Goya: Guion adaptado/música original/actor protagonista/actriz de reparto/diseño de vestuario (No recibió ninguno de ellos)

 -MAY IBÁÑEZ-

Alicante abril 2024


martes, 27 de febrero de 2024

“TÍO VANIA” Teatro de Antón Chejov. Compañía “Guindalera” febrero 2024

 

 

Desconocía el libreto “Tío Vania”, de Antón Chejov, así que me he sentado en la butaca del teatro Arniches de Alicante, este viernes 23 de febrero de 2024, con total expectación.

La compañía que pone en escena la obra es “LA GUINDALERA”, de la que ya he visto “Sobre padres e hijos”, de Iván Turguéniev, y “Diktad”, de Enzo Kormann. Esta es, por tanto, la tercera obra que veo suya. Tengo la reseña en mi Blog de las dos vistas.

La propuesta de Chejov me ha parecido muy interesante: crea un universo de personas atrapadas en un espacio-tiempo, representado aquí por la hacienda que habitan. Y digo atrapadas porque todas ellas parecen estar en desacuerdo con sus vidas; muestran una profunda frustración y parecen admitir que no hay salida.

Chejov crea una situación que viene a ser INTEMPORAL y MULTIESPACIAL porque habla de los deseos humanos, y los UNIVERSALIZA a través de los personajes: la necesidad de reconocimiento como ser superior, en el narcisismo del profesor; el Tío Vania que espera se valore y recompense su entrega y sacrifico por los otros; Elena, la mujer que enamora a todos, y que no es feliz; el doctor con sus grandes proyectos medioambientales y su opaca vida; la madre del Tío Vania y su necesidad de admirar sin ver que eso que admira es un fraude; la joven Sonia, la más realista y empática, víctima de su fealdad… Y de manera transversal, en todos, la necesidad de amar y ser amados, pero para lo que hay que contar con la reciprocidad, o no, del ser que se ama. El espectador podría identificarse con alguno de ellos, independientemente del contexto. Gran habilidad la de Chejov para crear perfiles tan bien definidos y tan diversos unos de otros.

Y todo ello adobado con los sentimientos que acompañan a la frustración: la cobardía, la ira, el rencor, el miedo, la tristeza, la decepción… que son los que aportan acción a la obra según lo sienten los personajes, desde un intento de homicidio hasta un intento de suicidio en su parte más extrema, un conato de infidelidad, una propuesta atrevida…y muchos reproches...

La escenografía adecuada para la acción: una larga mesa en el centro con unos bancos de madera a ambos lados frontales, una butaca, taburetes, algún armario. Los personajes se mueven en torno a ella y resulta sencillo y efectivo.

Interesante la iluminación con que resuelven el cambio de cuadros, con el escenario a oscuras y la proyección de una pantalla de luz con partículas de colores móviles.

La banda sonora: una melodía de notas picadas en algunos concretos momentos y sonido ambiental de llegada-partida de carruajes, de tormenta, lluvia, viento, rayos. Adecuada.

Vestuario y maquillaje como de principios de siglo XX, clase media en una hacienda salvo en algunos puntuales momentos que visten a Elena de manera un tanto espectacular y elegante.

Movimiento actoral efectivo ocupando todo el escenario, aunque ha habido bastantes momentos en que se daba la espalda al patio de butacas y se perdía expresividad.

Pero lo que más me ha sorprendido ha sido la técnica actoral con una sobreactuación física y oral que, a mí, no me ha gustado por estridente. El volumen de voz muy alto, y un tanto acelerado, sin considerar que el aforo de la sala era de sólo 264 butacas; y el movimiento físico demasiado espasmódico y exagerado. Y eso ya se percibe al inicio del montaje cuando un actor se dirige al público desde la primera línea del proscenio y nos invita a hacer un viaje en el tiempo de los personajes, nombrándolos, como una presentación, e invitándonos a ver cómo, tras una parábola temporal, el final es igual que el principio, que los personajes siguen atrapados en sus actitudes, aunque la propuesta que hace el presentador es que, tal vez si se vieran en la distancia del tiempo pudieran decidirse a cambiar en el futuro.

Y me sorprende porque sé que el teatro de Chejov eclosionó cuando Stanislavski aportó su técnica basada en el naturalismo, en la vibración interior y recuperación de la memoria emotiva del personaje por parte del actor; en el valor del subtexto -el contenido latente por debajo del diálogo hablado- que una buena y comedida actuación puede hacer ver y sentir al espectador. Eso sólo lo vi en la escena en la que Sonia está confesando a Elena su amor por el Doctor, para mí la mejor de todo el montaje, la que más veraz me pareció.

Mientras buscaba información para insertar el cuadro técnico leo que Juan Pastor ha pretendido hacer una adaptación cómica del libreto. Tal vez eso explica la sobreactuación del conjunto actoral. Yo hubiera preferido verla en su versión drama, en fin…

No obstante, el grupo de amigos con los que asistí, salvo alguna excepción, disfrutaron y elogiaron la obra. Después una “picaeta” a modo de cena y a casa. Ver teatro siempre es saludable.

Título: “TÍO VANIA” de Antón Chejov

INTÉRPRETES:

Luis Flor es Vania

Alejandro Tous es Astrov el médico

María Pastor es Elena

Gemma Pina es Sonia

Aurora Herrero es María, madre de Vania.

José Maya es el profesor

Dirección: Juan Pastor

Escenografía: María de Alba

Iluminación: Raúl Alonso

Sonido: Pedro Ojesto y Marisa Moro

Vestuario: Teresa Valentín-Gamazo

Lugar: Teatro Arniches de Alicante

Fecha: 23/02/2024

 -MAY IBÁÑEZ-

Alicante febrero 2024


domingo, 21 de enero de 2024

“LUCRECIA BORGIA, 1480-1519. Bajo una nueva luz” Literatura. Autora: ISABEL BARCELÓ CHICO

 

Me acabo de apear de un viaje que he transitado a través del libro de Isabel Barceló “Lucrecia Borgia, 1480-1519. Bajo una nueva luz”. Confieso que estoy exhausta cuando llego a la página 454 y uno las dos contraportadas…ya en el fin del viaje. 

El viernes 27/10/2023 estuve en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante en el acto, coordinado y organizado por Nereida Congost, para la presentación del libro que hicieron Margarita Gallar, Emilio Soler y la autora Isabel Barceló. La sala completamente llena. Compré el libro y aquí mis reflexiones tras leerlo.

El libro ya va por su CUARTA EDICIÓN y eso me sorprende. Ignoraba que despertara tanto interés la vida de Lucrecia Borgia… Claro, que el interés puede venir por el tratamiento que ha hecho la autora del personaje: su empeño en resituarla en LA VERDAD DE LA PERSONA QUE FUE en oposición a los tópicos con que se la conoce, de mujer perversa.

Me he involucrado en la biografía. Me ha gustado la forma en que la autora se ha acercado a Lucrecia: nos ha mostrado datos, nombres, fechas, pero también sentimientos, moralidad y retazos-anécdotas de su vida que informan de la persona que fue en su contexto –siglos XV y XVI- para entenderlo desde el nuestro, siglo XXI, y analizar si ese personaje es, o no, permeable en ambos tiempos. Y sí, esa Lucrecia que vamos descubriendo bien podría ser una mujer del siglo XXI reivindicativa e innovadora.

Me ha parecido creíble porque la autora aporta datos acerca de las fuentes en las que ha bebido. Nos va guiando tirando del hilo de escritos de la época, archivos, catálogos, cartas, pinturas, libros de la actualidad…así va conformando la identidad de Lucrecia: cómo veía la sociedad de su época, cómo se veía a sí misma, cómo entendía que tenía que actuar y decidir en circunstancias de alta responsabilidad como cuando estuvo al frente del Vaticano por ausencia de su padre, el Papa Alejandro VI, o como Regente de los Ducados de Ferrara, Módena y Reggio. Vemos a una Lucrecia que observa, oye, respeta, y que se muestra con autoridad, resuelta, sagaz, conocedora de los protocolos y sensible y justa con los más vulnerables.

Escrito en tercera persona, la autora, Isabel Barceló, va seleccionando tramos de la vida de Lucrecia a su criterio, conformando una estructura, un esqueleto narrativo que crece en intensidad a la par que va creciendo Lucrecia, desde la niña que fue hasta la madurez de sus treinta y nueve años. Sus bodas, a quién amó, por quién sufrió, sus hijos, sus traslados, su entereza en el seno de la compleja familia Borgia…ella siempre fuerte frente a su aparente fragilidad.

 

¿Y qué sorprende del contexto en ese paseo histórico visto desde hoy?

Sorprende y repruebas que tanto niñas como niños sean juguetes en el interés político de sus mayores concertando bodas en edades muy tempranas a través de alianzas matrimoniales (Lucrecia se casó tres veces, la primera a los 13 años) o nombrando cardenales a niños de 7 años, en ejemplos claros del nepotismo de la época.

Sorprende y repruebas que la mujer sea vista, de manera imperativa, como hacedora y contenedora de vidas, embarazo tras embarazo, para asegurar la continuidad de la estirpe. Lucrecia tuvo 8 hijos vivos y entre 15 y 17 embarazos. Su muerte a los 39 años fue tras su último parto.

Y claro, sorprende, o no, una Iglesia que habla en nombre de un Dios, y de un cielo y un infierno pero que se muestra más preocupada por mantener y ensanchar el poder de sus Estados Pontificios con ejércitos y guerras. Y que recurra a amenazas para lograr la docilidad de la gente: la excomunión, el entredicho, las indulgencias (que los fieles tenían que comprar para el perdón de los pecados), las investiduras (el Papa con la investidura daba legitimidad a los cargos, tanto eclesiásticos como civiles). Y con prácticas como la simonía (compra-venta de cargos eclesiásticos).

Y sorprende la práctica del concubinato de los clérigos (la misma Lucrecia fue hija del Papa Alejandro
VI y de su concubina Vannozza Cattanei) frente a la defensa hasta nuestros días del celibato. Aunque, por cierto, el Papa Francisco, en marzo de 2023 dijo “…el celibato en la iglesia occidental es una prescripción temporal y no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar". Ese puede ser el principio de un cambio en nuestro tiempo…

Lucrecia moviéndose en las circunstancias descritas, pero también entre la naciente corriente del Humanismo y el Renacimiento que tanta brillantez creó y que fue puente para pasar del teocentrismo al antropocentrismo, del medievo a la edad moderna. Y bien vemos a través del libro la sensibilidad de Lucrecia –que recibió una educación exquisita- para valorar y disfrutar de artistas, poetas, libros, danza…como digna coetánea renacentista.

Lucrecia se nos muestra como una niña-una joven-una mujer, discreta, observadora. Obediente a las órdenes de su padre, pero también a sus propios deseos que, de alguna manera, satisface con su gracia natural, su inteligencia y su capacidad de seducción, moviéndose en el filo de las intrigas palaciegas y familiares. La vemos fuerte porque sabe qué quiere y qué no.

En algún punto del libro leo “…disfrutemos de la vida porque es breve”, y sí, en esa época convulsa de guerras, de intrigas, de muerte, somos testigos a través de las descripciones que se hacen de fiestas, desfiles, carnavales, recepciones…del comportamiento libidinoso y promiscuo de todos, hombres y mujeres, para satisfacer el deseo sexual, el festín de la vida…lo que no está mal si es consentido y en libertad.

El libro tiene una tipografía que permite leerlo cómodamente. Una cronología que resulta funcional para no perderte en el maremágnum de nombres, fechas, viajes. Así como un mapa de la época, un índice de imágenes y una bibliografía.

A mí me ha parecido interesante y, tal como deseaba la autora, veo con otra luz a la persona que fue Lucrecia Borgia. Gracias por tu trabajo, Isabel.

Título: “LUCRECIA BORGIA (1480-1519) BAJO UNA NUEVA LUZ”

Autora: ISABEL BARCELÓ CHICO

Editorial: Sargantana

Edición: 4ª edición, octubre 2023

Colección: Personajes ilustres

Fecha 1ª edición, septiembre 2021

Género: Biografía

ISBN 978-84-18552-37-3

Nº de páginas: 454

Depósito legal: V-2230-2021

 

-MAY IBÁÑEZ- Alicante enero 2023


"EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR" Cine 2023

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