Vistas de página en total

lunes, 20 de enero de 2020

“1917” Cine 2019



¡Jooooo…! ¿y por dónde empezar…? Diseccionar una obra maestra es un atrevimiento y un salto al vacío…Hace ya algunos días que la he visto y aún tengo la sensación de caída libre, de estar buceando en un ámbito abisal.

Cine bélico para aprender a odiar las guerras.
Toda la película en un plano-secuencia salvo hacia mitad que hay un fundido en negro.
No se ven los cortes de los planos porque no los tiene o se han hecho con una técnica que desconozco. Aquí no se practica eso de “atención, se rueda”, con el sonido característico y toma de la claqueta, numerando plano para enlazar con el anterior y el siguiente de manera que los personajes y la escenografía compongan una continuidad.
Un plano-secuencia es complejo por ello, porque todo debe estar previsto, la escenografía y los personajes que se mueven por ella. Me resulta difícil entender cómo se ha hecho a menos que se haya jugado con el montaje –“proceso de selección, medida y orden de unos planos dados para construir una continuidad cinematográfica”- … pero ¿sin planos…?

Estamos ante dos personajes, para vivir sus sensaciones como nuestras en un acercamiento individual y personal. Los sentimientos se concentran y evitan la dispersión o la distracción.
La escenografía, variada según la habitan a lo largo de su trayecto de un frente a otro, te da el tono de lo que son las guerras: desolación, esqueletos de árboles, material de guerra -semienterrado en el barro y los
charcos- como dioses caídos en el olvido; casas abandonadas por sus moradores a mitad de una actividad cotidiana (durmiendo, comiendo, charlando, calentándose frente a la chimenea…). Los frentes con sus trincheras y sus hombres, y su frío, y su hambre y sus miedos, y su nostalgia, aunque también la ambición en algunos, y el gregarismo. Todo ello en esas trincheras-madrigueras, y los hombres que las habitan como topos, agazapados, medio enterrados en los huecos de barro, y el tránsito por ellas con prisas… Todo a la vez en una unidad-multiplicidad que aturde y que te penetra.

El valor, como un diamante escondido en lo más recóndito del ser que emerge para salvar “a los nuestros”, al hermano, que es uno pero que son todos los hombres.
La generosidad y la empatía, que acaban siendo enemigas cuando te pones frente al miedo y la ideología ciega.
Todo eso y más se ve en esta magnífica película.

Y lo asombroso que resulta la técnica empleada: una cámara que no ceja en una toma infinita, lineal, colocándose detrás, de frente, a un lado, al
otro, circunvalando… No entiendes cómo puede ser, cómo salva los obstáculos con los que se enfrenta sin interrumpir la toma, y cómo, aun así, juega con primerísimos planos, planos detalle, zoom, angulación…sin interrupciones, sin cortes, salvando puentes, ríos, multitudes, lugares angostos. Y todo ello con una intensidad que llega al espectador como si lo estuviera viviendo en primera persona formando parte del “viaje”

Un color que sientes como blanco-negro pero que es color.
Una banda sonora magnífica que potencia cada momento, aunque las imágenes son tan poderosas que piensas que por sí solas lograrían la intensidad precisa.
La economía en los diálogos los hace justos y suficientes.

Y en fin, una interpretación sobresaliente, que presenta a unos chicos jóvenes hostigados en una misión imposible, y que nunca caen en el melodrama. A destacar también la naturalidad del resto de personajes secundarios que dan el tono como de documento en vivo de una realidad.

Pues sí, película que trascenderá en el tiempo porque presenta una realidad creíble y hace del lenguaje cinematográfico una lección de historia. Aunque a veces me pregunto para qué demonios se estudia historia si no acabamos de aprender de ella, si una y otra vez volvemos a cometer los mismos errores y los mismos horrores. Para muestra lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial, en la antigua Yugoslavia, en Irak, en Siria, ahora la pugna EEUU/Irán, los muros que se van construyendo, la situación en países sudamericanos, los problemas migratorios, el Mediterráneo como tumba en lugar de como puente…

Magnífica DIRECCIÓN y magnífica película, lo mejor de los últimos años.


Título original: “1917”
REPARTO:
George MacKay,
Dean-Charles Chapman,

Mark Strong, Richard Madden, Benedict Cumberbatch, Colin Firth, Andrew Scott, Daniel Mays, Adrian Scarborough, Jamie Parker, Nabhaan Rizwan, Justin Edwards, Gerran Howell, Richard McCabe, Robert Maaser, John Hollingworth, Anson Boon, Jonny Lavelle, Michael Jibson, Chris Walley, Pip Carter, Paul Tinto, Andy Apollo, William Postlethwaite, Gabriel Akuwudike, Josef Davies, Spike Leighton, Adam Hugill, Benjamin Adams, Tommy French, Merlin Leonhardt, Jos Slovick, Jack Shalloo, Elliot Edusah, Jacob James Beswick, Daniel Attwell, Samson Cox-Vinell, Michael Rouse, Richard Dempsey, Phil Cheadle, Jonah Russell
DIRECCIÓN: SAM MENDES
Guion: Sam Mendes, Krysty Wilson-Cairns
Música: Thomas Newman
Fotografía: Roger Deakins
Coproducción: Reino Unido-Estados Unidos
Género: Bélico, drama
Año: 2019// 119 minutos
Premios 2019:
·       Premios Oscar: 10 nom. incluyendo mejor película, director y guion original
·       2 Globos de Oro: Mejor película drama y director. 3 nominaciones
·       Premios BAFTA: 9 nominaciones, incluyendo Mejor película y director
·       National Board of Review (NBR): Mejor fotografía. Top 10 películas del año
·       American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
·       Asociación de Críticos de Los Angeles: Nominada a Mejor fotografía y música      


-MAY IBÁÑEZ-
Enero 2020


lunes, 13 de enero de 2020

“R. JEWELL” Cine 2019



Clint Eastwood nos propone un análisis de la sociedad –de EEUU pero tal vez de cualquier otra- poniéndonos frente a un puzzle del que resalta algunas piezas 
aprovechando un hecho histórico, las Olimpiadas de 1996 en Atlanta. Y nos sitúa frente a:


·        Un hombre prototipo de antihéroe.
·        La Institución FBI
·        Los medios de comunicación



Para mí lo más relevante de la película es la personalidad del protagonista porque en lo que respecta a los otros aspectos, el FBI, los medios de comunicación, los actos terroristas, no sorprende cómo nos lo presentan, a saber:

Cuando se produce un acto delictivo, y se necesita un culpable, no es nuevo que se tire de cualquier incauto para salvar el honor del “cuerpo” que investiga y demostrar su efectividad.

Los medios de comunicación y su afán por generar primeros titulares pueden decirnos una cosa y su contraria sin contrastar información, sin importarles cómo queda la dignidad del sujeto con el que juegan.

Pero nuestro protagonista sí presenta unos rasgos particulares muy
bien dibujados en el guion y que hacen entender su parálisis frente a ese mundo que primero lo aclama como héroe y después lo denigra como culpable: Su personalidad arranca de una situación –desde su infancia- de acoso escolar, acoso profesional y acoso social. Es el “gordo”, el “zampabollos”… Y él, que no sabe defenderse a sí mismo, sueña con proteger al mundo entero… y se prepara para ello como policía; esa paradoja nos lo presenta como un guardián solitario sin el apoyo de la sociedad…lo que da un toque romántico al personaje aunque su perfil esté tan lejos del prototipo y fuerza a verlo de manera subliminal.

Enerva –en el sillón del patio de butacas lo sufres- cómo no responde con más energía, o incluso agresividad, ante las agresiones de los demás. Claro que él da una buena razón: “…yo no soy como tu…no puedo actuar como tú, soy como soy”…

La interpretación de Paul Walter Hauser como protagonista es más que destacable.
El cuadro que nos presenta es, cinematográficamente, bueno en luz, en planos, en guion, en el perfil de los personajes… vamos, lo que suele ser habitual en Eastwood.

La progresión en el desarrollo de los hechos avanza profundizando en la personalidad del protagonista de manera indirecta a través de
cómo lo tratan los demás. A destacar la interrelación madre/hijo y el sentimiento de abrigo que le aporta el hogar, lejos de quienes le hieren y donde fabrica sus fantasías de ángel guardián.

La interpretación de Kathy Bates en el rol de la madre es magistral porque no entra en el melodrama a pesar de la dureza de la situación.

Tal vez la película se hace un tanto larga pero la denuncia que hace ante el espectador de los aspectos citados bien merece verla y que adquiramos conciencia, entre otras cosas, de lo que ahora se llama “fake news”, noticias falsas, y nos prevengamos frente a ellas.





Título original: Richard Jewell
REPARTO:
Paul Walter Hauser,
Sam Rockwell,
Kathy Bates,
Jon Hamm, Olivia Wilde, Wayne Duvall, Dexter Tillis, Desmond Phillips, Nina Arianda, Ian Gomez, Randy Havens, Mike Pniewski, Niko Nicotera, Dylan Kussman, Beth Keener, Billy Slaughter, David Shae, Shiquita James, Deja Dee, Kendrick Cross, Jill-Michele Melean, Mitchell Hoog, David Lengel, Marc Farley, Victoria Paige Watkins, Charles Green, Shawn Weston Thacker

Dirección: Clint Eastwood
Guion: Billy Ray (Artículo: Marie Brenner)
Música: Arturo Sandoval
Fotografía: Yves Bélanger
Año: 2019  //Duración: 131 min.
Género: Drama. Basado en hechos reales.
País: Estados Unidos Estados Unidos

-MAY IBÁÑEZ-
Enero 2020

"EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR" Cine 2023

  Acabo de ver la película “El maestro que prometió el mar” a través de Movistar tumbada en el sofá de casa. Me doy un tiempo para sacudirm...