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viernes, 23 de febrero de 2018

"THE FLORIDA PROJECT" Cine 2017


“THE FLORIDA PROJECT”  2017

“La patria es mi infancia” según aseveró Rainer María Rilke. Y aquí, sentada en mi butaca muelle de una sala de cine veo cómo pasan secuencias de la infancia de unos niños, y el contexto en que se mueven, y el lenguaje con que se comunican, y las relaciones que enlazan a unos con otros, y los adultos, que están ahí…y que podrían no estar. Y un tiempo, una época, unos valores que son los de ahora, que es el hoy de hoy de dos mil hoy…

La entrada de la película es demoledora, no por los juegos inocentes del grupo de niños lanzando escupitajos sobre un coche, sino por el lenguaje que intercambian con la dueña del mismo. Y eso ya nos alerta de que lo siguiente puede incomodarnos, sorprendernos, alterarnos… Y sí, los juegos se van haciendo más incisivos y más peligrosos. Colonizan el espacio con su fantasía; el mundo es ese pedazo de tierra, maleza, humedales, casas deshabitadas, el motel que habitan; la decrepitud de todo ello convertido en su castillo y sus dragones y sus gestas.

Sí, la infancia es esa página aún en blanco en la que cabe todo porque todo
está por descubrir y experimentar. Y, ¡oh sorpresa!, la líder es una niña, viva, despierta, lista, entusiasta, con ganas de meterse el mundo en el bolsillo y con un gran sentido de la amistad.

El contexto nos pone frente a la pobreza, la supervivencia del día a día de quien no tiene nada y se las tiene que ingeniar, para amanecer de nuevo, con triquiñuelas, mentiras, pequeños hurtos. Aunque no es eso lo que nos enerva sino el lenguaje soez, el descaro, el todo vale de la madre con su hija por testigo. La niña se mueve en ese escenario burdo, sucio, delictivo, de hacinamiento… ¡y se la ve feliz!... y reivindicativa con los adultos indicándoles que cuidado, éste es mi espacio…
Y también, qué curioso, que los personajes adultos que se mueven en medio de esa precariedad de supervivencia sean mujeres, madres, abuelas, de los peques de esta historia. La mujer en trabajos precarios o sin trabajo. Las abuelas volviendo a la responsabilidad de la crianza a edades que ya no toca. ¿Y cómo es eso?... ¿Y los padres?...
Pues eso nos remite a la desigualdad de género con datos aportados por la ONU a nivel mundial en 2017:
Población activa: hombre 76’1% // mujeres 49’6%
Las mujeres sólo ganan 77 céntimos por cada dólar que ganan los hombres por un trabajo de igual valor.
Solamente 67 países cuentan con leyes contra la discriminación de género en las prácticas de contratación. En 18 países los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen.
Porcentaje de personas que han superado la edad de jubilación y no reciben ningún tipo de pensión ordinaria: En torno al 65%  son mujeres frente al 35% de hombres.
Y eso sin dar datos acerca de la violencia machista, de los permisos de maternidad/paternidad, de los cuidados no remunerados del hogar, de los trabajos ocasionales y precarios, de la brecha digital de los pobres…

Por todo ello, y pese a lo desagradable que nos pueda resultar el papel de la madre, tal vez debamos hacernos estas consideraciones para entender si hay una causa que justifique o explique su actitud. Acaso la intención de la película sea esa. ¿Ella proviene de una situación similar?, ¿La niña ya adulta seguirá el mismo destino?... Esa concatenación de sinos, de fatalidades, no se puede descartar aunque sea extremadamente injusto porque la opulencia, el capitalismo salvaje que conforma la sociedad de hoy lo propicia de manera inmisericorde.

No he podido evitar asociar esta historia con la de la protagonista de la película “Verano del 93”, una niña a la que se ve en un ambiente acogedor, cuidada, querida y absolutamente infeliz y desconcertada. Ella está viviendo una ausencia que no entiende, la de sus padres. En la película de hoy la niña vive peligrosamente junto a una madre desestabilizada pero que juega con ella y la hace partícipe de cuanto vive; la niña no entendería la vida sin ella y así lo expresa cuando vienen a rescatarla los servicios sociales. El mundo de los sentimientos es paradójico pero tiene sus reglas y su fuerza.
El formato de la película es de docudrama. La cámara va siguiendo las diferentes acciones sin mediar con planos o encuadres o iluminación retocados o recompuestos. Las cosas pasan y la cámara es simple testigo de ello.

El trabajo actoral es efectivo para lo que quiere transmitir, y a destacar a Brooklynn Prince en el papel de Moonee, la niña.
El final es absolutamente impresionante a pesar de que durante todo el metraje ha estado presente en la mente del espectador. Viene a explicitar el objetivo oculto de la historia.
Cine alternativo próximo al festival de Sundance. El cine también sirve para esto, aunque un tanto larga de más.

Título original: The Florida Project
Año: 2017
Duración: 155 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Sean Baker
Guion: Sean Baker, Chris Bergoch
Fotografía: Alexis Zabé
Género: Drama
Reparto: Brooklynn Prince, Willem Dafoe, Bria Vinaite,
 Caleb Landry Jones, Mela Murder, Valeria Cotto,
Christopher Rivera, Macon Blair, Sandy Kane,
Karren Karagulian, Lauren O'Quinn, Giovanni Rodriguez,
Carl Bradfield, Betty Jeune, Cecilia Quinan, Andrew Romano,
Samantha Parisi, Gary B. Gross

 -MAY IBÁÑEZ-

Febrero 2018

miércoles, 21 de febrero de 2018

"EL HILO INVISIBLE" Cine 2017


“EL HILO INVISIBLE"  Cine 2017



Tras ver la película me pregunto: ¿qué me ha aportado...? Y la respuesta es la certidumbre de que habitar junto a un energúmeno como el modisto de la película me habría resultado absolutamente insoportable. Un ser que ni mira a sus subordinados (sus modistas), que cuando se desplaza parece estar exigiendo que le aparten el aire para no sufrir su roce; que está permanentemente pendiente de sus necesidades de silencio, de la inmovilidad del otro...despreciando a los demás bajo el pretexto de la genialidad, del acto creativo (siempre lápiz y papel en mano haciendo bocetos de vestidos) en una actitud histérica, egocéntrica, egoísta… ¿El arte justifica actitudes tan extremas?...

¿Y el arte cinematográfico justifica que tengamos que soportar durante dos horas y más a un ser tan visceralmente repelente…?

Admito que técnicamente la película es bella cuando muestra los espacios filmados; que la luz con la que baña cada fotograma es deslumbrante; que el vestuario nos sitúa en el contexto adecuado del argumento…

Pero el ritmo es leeeenntoooo… Repetitivooooo…

Convivir –aún a través de la pantalla- con tal personaje se hace insoportable. A mí se me ha hecho insoportable…

El argumento describe a este ser en convivencia con una hermana que se pliega a todas sus necesidades y que propicia el ambiente que él exige; claro está que porque eso le reporta la vida muelle que le proporcionan los dividendos del modisto. La actuación de la hermana es destacable.

Y la compleja personalidad del modisto, con episodios de reclusión y de introspección -¿inseguridad?, ¿miedos?- eclosiona con la llegada del personaje con quien entabla una relación amorosa: la camarera.

La evolución de la relación también es sorprendente. Cómo ella percibe las necesidades patológicas del modisto y las resuelve en un juego peligroso en el que él entra como si no lo hiciera. La relación deviene en una complicidad enfermiza, y ahí queda. Si han pretendido que viéramos vínculos amorosos en esa relación yo confieso que los colores, mis colores, no están en esa paleta.

Y si el guión pretendía evidenciar las características de una personalidad compleja y tóxica desde luego que lo logra. La actuación de Daniel Day-Lewis está muy en ese papel. Digamos que lo ha hecho creíble, en exceso creíble.

Desde luego yo no aconsejaría verla…se me ha hecho insufrible.



Título original: Phantom Thread
Año: 2017
Duración: 130 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Paul Thomas Anderson
Guion: Paul Thomas Anderson
Música: Jonny Greenwood
Fotografía: Paul Thomas Anderson
Reparto: Daniel Day-Lewis, Vicky Krieps, Lesley Manville
Richard Graham, Bern Collaco, Jane Perry, Camilla Rutherford,
 Pip Phillips, Dave Simon, Ingrid Sophie Schram
Género: Drama. Romance | Años 50. Moda



-MAY IBÁÑEZ-

Febrero 2018

viernes, 9 de febrero de 2018

"THE POST" o "Los archivos del Pentágono" Cine 2017


“THE POST” o “LOS ARCHIVOS DEL PENTÁGONO” 2017

Los norteamericanos, una vez más, haciéndose el haraquiri, esta vez con el pretexto de las irregularidades/mentiras gubernamentales  acerca de la guerra de Vietnam.


¿Y qué es Vietnam para la gente de mi generación…? Evoco las noticias de la época y me vienen en aluvión cosas como: Un país enorme machacando a uno pequeño; bombardeos masivos; vertidos de productos químicos exfoliantes por la zona; minas antipersona; las matanzas de My Lay del 68; la foto icono de esa guerra que mostraba a una niña de nueve años corriendo desnuda por una carretera y quemada por napalm en el 72… Y manifestaciones masivas en contra de la guerra, y soldados hechos polvo tras la vuelta (reflejado en multitud de películas)…

Pero la peli no cuenta nada de eso. Se centra en los informes redactados por un observador enviado a la zona y que después tiene problemas para difundirlos por presión del gobierno (que decía que todo iba bien, que iban a ganar la guerra, que tenía sentido seguir enviando soldados…). Y cómo primero lo intenta el “New York Times” (que tiene que desistir) y después el “Washington Post”, cuyas peripecias para hacerlos públicos se describen en la película. En definitiva, la lucha por la libertad de prensa/información como cuarto poder.

Claro, que no se puede evitar evocar películas que ya afrontan el tema: “Todos los hombres del Presidente”, de Alan J. Pakula, 1976, ó “Spotlight” de Thomas McCarthy, 2015, ambas de impecable factura. Yo diría que la que nos ocupa no alcanza los tobillos de las citadas.

Steven Spielberg aporta (o lo intenta) un toque de igualdad de género en un mundo de tiburones: La propietaria del periódico, enfrentada al dilema de difundir la verdad o arrostrar la censura y el cierre de la empresa…  Yo diría que la propietaria, Katherine Graham, debió ser una mujer más contundente que la que nos muestra la peli, dubitativa en exceso, débil en exceso (espoleada en todo momento por su Director, capaz de lanzarse a una piscina vacía con tal de superar la competencia del “New York Times”), un tanto llorosa, atribulada, compungida…no sé, no me cuadra. Claro, que después da el giro y afronta todas las dificultades contra abogados, accionistas, status social… Es la parte más feminista, bien está. Meryl Streep da el tono que le marca  Steven Spielberg en los términos descritos… Y frente a ello, un Tom Hanks, como Director del periódico, potente y prepotente, muy en su papel.

Otra cosa que me llamó la atención es la connivencia de los políticos con los representantes de la prensa: Katherine Graham amiga de McNamara, Secretario de Defensa con Kennedy y Johnson; Ben Bradlee, el flamante Director, amigo de Kennedy… Supongo que en la historia real esta circunstancia tuvo que aportar mucha tensión a la hora de decidir publicitar los informes porque de alguna manera los implicaba en la información que habían ocultado al pueblo.

No tengo nada que decir respecto a la técnica: encuadres, movimiento de cámara, iluminación, ambientación, localizaciones, sonido… Recrean bien la época, y consigue unos tonos tostados cálidos e íntimos. A destacar la sala de redacción y la imprenta, muy bien representadas.

¿Entonces...? Pues no sé, está hecha a saltos, no profundiza, hay poca acción, el relato me resultó poco creíble, o poco empatizable a pesar de la situación por la que pasa la protagonista.

En fin, se puede ver, claro, pero sin esperar demasiado.

Dirección
Steven Spielberg
Guion
Liz Hannah
Josh Singer
Música
John Williams
Fotografía
Janusz Kaminski
Protagonistas
Tom Hanks
Meryl Streep
Sarah Paulson
Bob Odenkirk
Tracy Letts
Bradley Whitford
Bruce Greenwood

-MAY IBÁÑEZ-
Alicante enero 2018

"EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR" Cine 2023

  Acabo de ver la película “El maestro que prometió el mar” a través de Movistar tumbada en el sofá de casa. Me doy un tiempo para sacudirm...