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miércoles, 4 de diciembre de 2019

“JOKER” Cine 2019



Nunca me han interesado las películas de héroes o súper héroes como las de Batman y
su villano, al que, al parecer, remite la figura del Joker, por eso desconozco todo de él y de las versiones que se han hecho anteriormente; pero las noticias que se vienen dando acerca de su excelencia me han empujado a sacar la entrada y ponerme frente a la pantalla…

¿Y qué me presenta la peli…? Pues, por orden de impacto, sin perder de vista que es una ficción pero que tal vez no lo sea tanto y de alguna manera retrate una parte de nuestra realidad de hoy:

  • ·        Unas urbes, tomadas con cámara aérea, de aspecto lóbrego, masivas, feas, grises, irrespirables, donde piensas que no pueden vivir personas dignamente… Y es verdad que no todas las ciudades son así, pero algunas sí lo son (y tal vez vayan a más).
  • ·        Ya con la cámara en las calles la violencia perversa, inmoral y arbitraria que se respira y la indiferencia de los viandantes frente a ella.
  • ·        El funcionamiento del sistema institucional con las personas dependientes o enfermas. ¿Para qué se pagan impuestos si no es para resolver los problemas de
    los más necesitados, como los enfermos…? Y sí, en nuestra época lo estamos viviendo: RECORTES que atacan a los más vulnerables quitándoles medicamentos, atención sanitaria y psicológica y arrojándoles a las travesías de la penuria y la rabia.
  • ·        Frente a la indiferencia e inactividad de las Instituciones ante situaciones que exigirían su intervención el ciudadano se erige en justiciero. Y ahí nos presentan circunstancias asociadas a “manadas” (como las que estamos viviendo en este país y otros), paro, problemas de vivienda, unos medios de comunicación mentirosos ,sensacionalistas y frívolos y un Estado cataléptico… No sorprende, pues, la toma de iniciativas por parte de la gente para suplir la desidia institucional, con lo que eso supone de carga de profundidad para la vida social.

Y, en otro orden de cosas, y como película:

Un guion excelente que es capaz de encajar la vida del personaje -un hombre bueno con una infancia tormentosa, que quiere hacer feliz a la gente como payaso, que deviene en “Joker”-  con todo lo descrito anteriormente.

Una interpretación memorable por parte del protagonista y buena en general.

El prototipo de la enfermedad que sufre el protagonista -” labilidad emocional conocida como síndrome pseudobulbar, que se caracteriza por episodios de risa o llantos repentinos que la persona no puede controlar”- que Joaquin Phoenix hace creíble y por lo que ha debido trabajar hasta la extenuación. Y cómo vive frente a los demás esos episodios incontrolados que la gente no entiende, condenando a la víctima a un doble castigo, su enfermedad y la reprobación de los demás. El retrato de una sociedad insolidaria, distanciada, replegada en sí misma.

Unas localizaciones bellas en su feísmo, umbrosas, con tintes de un cierto tenebrismo que concuerdan con la historia que se narra. Por cierto, la escalinata que aparece en varias ocasiones está en El Bronx.

El color de fuerte pigmentación e intensamente tostado es el trampolín que te sumerge en el relato, mitad onírico mitad real.
Maquillaje, ambientación, vestuario…todo como corresponde.
La banda sonora, esas notas de timbres graves y figuras largas, como olas sonoras
que van a caer sobre ti y aplastarte,  indispensable para crear la atmósfera que requiere el guion. Y la selección de piezas reconocibles de Frank Sinatra, Gary Glitter, y muchos más para situarte en la época, magníficas.

A mí el personaje no me ha transmitido emoción pero sí me ha conmocionado el tipo de sociedad que retrata porque, de alguna manera, se reconoce, porque parece que todo vaya encaminado a ese lamentable prototipo… Y, por cierto, deberíamos reflexionar acerca de lo que se está haciendo con la despoblación de las zonas rurales y la proliferación de urbes como la que se ve en la película, que generan vulnerabilidad y deshumanización en las gentes que las habitan.

Por cierto, a la salida del cine, mientras nos encaminábamos a la estación del TRAM,
oímos unos gritos en la noche, repetidos, perturbadores… los profería un hombre tumbado sobre unos cartones en la entrada retranqueada de un portal… Un indigente tal vez enfermo, solo y a la intemperie en la noche…  Y unos días después de ver la peli, y personas muy próximas a mí, sufrieron una experiencia aterradora: dos atracadores, pistola en mano y cubierto el rostro penetraron en su vivienda para robarles disparando un tiro para amedrentarles… Pues eso… En fin…
Muy buena película con toda su dureza que hay que ver sí o sí.

Título original: Joker
REPARTO:
Joaquin Phoenix,
Robert De Niro,
Zazie Beetz,
 Frances Conroy, Brett Cullen, Bill Camp, Shea Whigham, Dante Pereira-Olson, Douglas Hodge, Jolie Chan, Bryan Callen, Brian Tyree Henry, Mary Kate Malat, Glenn Fleshler, Marc Maron, Josh Pais, Leigh Gill, Adrienne Lovette, Sharon Washington, Mandela Bellamy, David Iacono, Matthias Sebastiun Garry, Mick O'Rourke, Evan Rosado, Caillou Pettis, Sondra James, Gary Gulman, Kim Brockington, Jamaal Burcher, John Cashin, Ryan Funigiello, Annie Pisapia, Ray Iannicelli, Tony D. Head, Scott Martin, Dj Nino Carta, Mark Lotito, Jason John Cicalese, Keith Buterbaught, Ray Rosario, Rose Maria Wilde, Ben Heyman, Emmanuel Rodriguez, Vincent Cucuzza, Celeste Pisapía, Marko Caka, Alexandra López Galán, Bob Leszczak, Rich Petrillo, Thomas W. Stewart
Dirección: Todd Phillips
Guion: Todd Phillips, Scott Silver
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Lawrence Sher
País: Estados Unidos
Año: 2019  // Duración: 121 min.

-MAY IBÁÑEZ-
Noviembre 2019

miércoles, 20 de noviembre de 2019

“LA TRINCHERA INFINITA” Cine 2019



Las guerras civiles y sus consecuencias. Las relaciones de vecindad, y las particulares circunstancias de envidias, intereses, diferencias ideológicas, como desencadenantes de odios y rencores
y rechazos…o asesinatos aprovechando contextos de guerra. El pueblo como prototipo de enquistamiento de esas situaciones, moviéndose entre dos constructos sociales binarios antagónicos del tipo bueno/malo, blanco/negro, republicanos/nacionales, nacionalistas/constitucionalistas, este/oeste… que circulan por carriles sin cambios de agujas… todo avante hasta romperse en el choque.

La primera parte de la película retrata ese prototipo: la entrada del ejército en el pueblo casa por casa a la detención o asesinato de los del “otro lado” guiados por delatores vecinos del pueblo.

La persecución a los evadidos por las calles del pueblo y campo a través, y su ejecución sin más, conforman unas secuencias durísimas como comienzo…aunque bellas e intensas como fotogramas.

Un vecino esquiva la muerte y apuesta por la supervivencia enterrándose en una madriguera, como un topo, para escapar de las represalias.
Claro, que lo que en principio se suponía para un corto plazo se convierte en un rosario de días y de años; el miedo como causa y efecto… miedo, miedo, miedo… “y la vida en un agujero porque es lo único que tengo y si salgo me la quitan”. La película consigue plasmar esa atmósfera angustiosa y presionante.

Vemos las circunstancias colaterales: su mujer, espléndida, valiente, luchadora, colaboradora necesaria para hacer posible la
supervivencia del topo porque ella sí está en el exterior, ese exterior que vemos cómo cambia a través de una ventana: la vestimenta, la vida en la plaza, el urbanismo, los utensilios que van surgiendo, el tráfico con los nuevos medios de transporte, la televisión, las costumbres… 

Ante el espectador 30 años a través de la ventana y el salón de una casa… Eso está espléndidamente resuelto en la película.

También se ven los reproches velados y el cansancio de una mujer que quiere participar del festín de la vida y que siente cómo le pesa la situación…

La película se convierte en el relato de esos años y en un laboratorio de comportamientos en relación con el sentido de la realidad: la objetiva, que existe independientemente del espectador, y la subjetiva, construida según la perspectiva individual. El topo en falso equilibrio entre ambas.

Color en tonos ocres quemados con profusión de sombras que aporta la atmósfera claustrofóbica  requerida por el guion.

Interesantes las tomas con la cámara tras rendijas verticales de puertas que son como la mirada del topo espiando lo que ocurre en los distintos espacios de la casa desde su madriguera.

Muy bien el retrato del paso del tiempo en los personajes.
Magnífica e intensa interpretación de los protagonistas.
Banda sonora que apoya e impulsa en todo momento el desarrollo dramático.

Es un documento visual de lo que fue para tantos otros hombres que vivieron la misma situación hasta la amnistía de 1 de abril de 1969.

Lección histórica… tal vez aprendamos para que no se repitan las causas que empujaron a hombres a vivir de esa manera.

Muy buena película, y diferente a lo que se suele ver, con su carga de misterio, de aventura, de drama, de reflexión histórica…



Magnífica dirección a tres bandas.
Bueno, demasiado larga, aunque se lleva bien.




Mientras hago esta crónica estoy oyendo a Rozalén interpretando la canción “Peces de ciudad”, de J. Sabina, y saboreando su timbre, su pasión, como si el mundo estuviera en paz consigo mismo, como si todo estuviera en armonía, como si éste fuera el mejor de los mundos aunque afuera, más allá de nuestros zulos-madrigueras-peceras particulares, este mundo, el de ahora, 2019, esté ardiendo, y descomponiéndose en manos de, una vez más, personajillos con cetros de poder… que hacen del ciudadano topo o pez… (¡Ja, me ha salido un pareado!)


Título original: La trinchera infinita
REPARTO:
Antonio de la Torre,
Belén Cuesta,
Vicente Vergara,
José Manuel Poga,
Emilio Palacios,
José María del Castillo,
Carlos Bernardino
Dirección: Jon Garaño, Aitor Arregi, José Mari Goenaga
Guion: Luiso Berdejo, José Mari Goenaga
Música: Pascal Gaigne
Fotografía: Javier Agirre Erauso
Año: 2019  //Duración: 147 min.
País: España
Género: Drama / Basado en hechos reales. Guerra Civil Española. Posguerra española.

-MAY IBÁÑEZ-
Noviembre 2019

miércoles, 13 de noviembre de 2019

“Sorry We Missed You”, Cine 2019



“Sorry We Missed You”    “Lo sentimos, te extrañamos”

La peli es la constatación de que estamos creando un mundo con más sombras que luces.

Un mundo rampante en el que encontramos gente que carece de escrúpulos y  blande el látigo de su pequeño poder -con la connivencia de los que tienen mucho, que quedan impolutos- sobre aquellos que carecen de todo en su fragilidad.

Es un docudrama social, casi una radiografía (o mejor una resonancia magnética) que muestra y diagnostica los males que sufre la sociedad actual: el mundo de lo laboral con sus tasas de paro, sueldos de pobreza, explotación, precariedad; las nuevas formas de trabajo como “falsos autónomos”;  la vivienda como bien fundamental que no llega a todos y que las instituciones no resuelven; el sistema educativo y el sistema de salud…

Estamos ante una familia, los padres y dos
hijos (una niña de once años y un hijo en plena adolescencia). El padre decide entrar en una empresa de reparto de paquetería como falso autónomo  –“…quiero ser mi propio jefe” dice- que le ocupa todo el día y unas condiciones económicas leoninas. La madre también trabaja, y es una excelente cuidadora de personas dependientes que disfruta con su trabajo y aporta luz y calidez a aquellos de
los que se ocupa. Por cierto, no sé de quién depende, quién le paga el sueldo, si la gerencia de una empresa privada o el Estado. Pero tiene que dedicar 14 horas de trabajo aseando, dando de comer, escuchando, consolando, a todos sus “pacientes” y trasladándose de punta a punta de la ciudad por sus propios medios para ello.


El resultado, que la conciliación se cuela por el sumidero y se paga en disgregación familiar, con los hijos y con la propia pareja.

Lo primero que sorprende, y asusta, es cómo
una familia educada, cariñosa, templada, puede llegar a degradarse hasta el punto que lo hace ésta.
Pero todo eso está ahí, y a menudo lo leemos y lo vemos a través de las redes sociales, y tal vez en nuestras proximidades reales… Aunque yo quiero creer que se ha exagerado…que la sociedad no está tan enferma.

Loach nos lo pone ahí en las narices, para que percibamos el hedor, para que sintamos el dolor, para conmocionar… ¡y claro que lo logra! Yo he salido enferma tras ver la película. Lo primero que he dicho “necesito tomar un vino”…

Un poco de pausa para detener la cascada de dolor habría venido bien… aunque cada cual lo hace a su manera y Loach ha decidido no parar de ponernos bombas en el camino y hacernos volar con ellas. Pues ahí están, ahí está la película, ahí una parte de realidad. Y ¡ojalá sirva para cambiar este tipo de cosas!

Muy buena interpretación de todo el reparto,
especialmente el de la madre y la niña.
La peli funciona bien como docudrama captando realidades del interior del hogar, de la ciudad, de la empresa, de las casas y situaciones de los dependientes… del estado emocional y psíquico de cada uno de los personajes.

Hay que tener valor para sacar la entrada y ponerte frente a la pantalla… abstenerse personas sensibles.


Título original: Sorry We Missed You
REPARTO:
Kris Hitchen,
Debbie Honeywood,
Rhys Stone,
Katie Proctor,
Nikki Marshall,
Harriet Ghost,
Linda E Greenwood,
Alfie Dobson, Mark Birch,
Ross Brewster, Julian Ions,
Charlie Richmond, Brad Hopper,
Mark Burns, Stephen Clegg,
Norman Sansom, Jack Berry
Dirección: Ken Loach
Guion: Paul Laverty
Música: George Fenton
Fotografía: Robbie Ryan
País: Reino Unido Reino Unido
Año: 2019  // Duración: 101 min.
Género: Docudrama social, familiar

-MAY IBÁÑEZ-
Noviembre 2019

martes, 5 de noviembre de 2019

“PARÁSITOS” Cine 2019



Estamos frente a un puzzle de géneros diversos que conforma un todo, una unidad, sorprendente: Comedia de enredos, docudrama social, suspense…

Así, se pasa de gags hilarantes a situaciones inquietantes inesperadas; y como un fluido que impregna toda la trama la percepción de la diferencia de clases a través de los espacios que habitan sus personajes, las desequilibradas oportunidades de unos y otros, el ingenio que despliegan para sobrevivir los que carecen de todo frente a la candidez e ineptitud de los que lo tienen todo.

Muestra cómo “los de abajo” - una familia compuesta por un padre, una madre, una hija y un hijo, casi indigentes-  se las ingenian con buenas dosis de inteligencia, y astucia, y picaresca, para instalarse en el hogar de otra familia que vive en la opulencia, y hacerse imprescindibles.

Y esa es la película, tejida con buen ritmo, incorporando conflictos inesperados a modo de bombas de racimo que van estallando sorpresivamente en el avance de la historia.

Es descarnada, casi agresiva cuando se comparan los dos ambientes; yo diría que plantea un posicionamiento político para que el espectador no permanezca impasible. Y lo hace en tono de comedia porque también la risa es  buena conductora de revoluciones.

Respecto al título “Parásitos cabe también preguntarnos a quién remite. Según la definición “El parasitismo es un tipo de
simbiosis, una estrecha relación en la cual uno de los participantes depende del otro y obtiene algún beneficio. En la mayoría de los casos de parasitismo el hospedador percibe un daño o perjuicio por parte del parásito en algún momento del ciclo. Wikipedia”, así, ¿quién parasita a quién…? ¿el opulento al pobre?, ¿el pobre al opulento?... Pues eso, ahí queda.


Y, asimismo, hay que considerar el tratamiento “de los pobres” con sus iguales, a los que arrojan a las patas de los caballos para ocupar su sitio sin ningún miramiento. Y claro, esto abre disquisiciones morales de calado… La supervivencia, la defensa de “los míos” parece no tener freno, nada impide ir un poco más allá aunque sea a costa de saltar por encima de los principios más arraigados, y, de eso, tenemos suficientes ejemplos en la sociedad europea de hoy… pensemos en los migrantes…

Las localizaciones cobran valor de personajes: el barrio de los pobres, la moderna mansión de los ricos, el sótano, ese espacio incógnito lleno de misterio.

El trabajo actoral muy digno.
Técnicamente impecable, funciona muy bien en luz, sonido, planos, fotogramas, vestuario…

Dos secuencias a destacar: los dos hermanos a la pesca de una zona donde se capte la wifi en el entorno del retrete de su casa; la lluvia, recibida como una bendición por los ricos y como una catástrofe por los pobres.

Peli que no deja indiferente y, sin ser algo extraordinario, es de las que permanecerán en la memoria mucho tiempo.
Recomiendo verla y disfrutarla.

Título original: Gisaengchung (Parasite)
REPARTO:
Song Kang-ho,
Lee Seon-gyun,
Jang Hye-jin,
Cho Yeo-jeong,
Choi Woo-sik,
Park So-dam
Dirección: Bong Joon-ho
Guion: Kim Dae-hwan, Bong Joon-ho, Jin Won Han
Música: Jaeil Jung
Fotografía: Kyung-Pyo Hong
País: Corea del Sur
Duración: 132 min.
Año: 2019
Género: Comedia. Drama social. Suspense

-MAY IBÁÑEZ-
Octubre 2019

domingo, 3 de noviembre de 2019

“RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS” Cine 2019



Estamos en el siglo XVIII, Francia, el siglo de las Luces, de la Razón, del
cambio de régimen. Y aunque a la mujer noble se le permitía ilustrarse sigue siendo una pertenencia del padre, o del marido, o del hermano; y moneda de cambio para transacciones económicas a través del matrimonio.

Pues esa es la situación de arranque de esta historia. Una mujer con formación - que ha adquirido en su estancia en un convento- por tanto con criterio propio, y además obstinada, a la que asignan un marido de conveniencia.

Enfrente otra mujer, sensible al arte, profesora de dibujo y pintura, que tiene el encargo de hacer un retrato de la primera, sin que ella lo perciba, ocupando el papel de dama de compañía. El retrato será para el que se ha asignado por la familia como futuro marido.

El marco donde discurre la historia: una casa noble y su ubicación en un entorno rural junto al mar.

De manera pausada, poco a poco, mirada a mirada, sonrisa a sonrisa, contención a contención va surgiendo el sentimiento amoroso entre las dos
mujeres hasta que estalla y se materializa (por cierto a través de escenas que son pinceladas de la situación, sin concesiones a la torridez). Se trata, pues, de una historia de amor prohibido lésbico.

El avance dramático es lento pero creciente en intensidad.
Los fotogramas bellísimos, como cuadros. Además de las clases inesperadas de dibujo y pintura que se nos brindan aprovechando el intento de la pintora de plasmar el retrato en secreto porque la dama se niega a que se lo hagan.

En paralelo muestra también la situación social, las clases sociales, a través
del personaje de la criada, una niña al servicio permanente como un objeto más de la casa. Y la situación de la mujer a través del embarazo de la niña y la forma de resolverlo. Por cierto, el personaje de la criada es una delicia con una interpretación destacable.

Un acierto que el sonido sea de ambiente casi toda la película: crepita el fuego, las olas, los pasos, las voces, los utensilios ambientales, el rasgado de
la pincelada… En realidad no necesita más para potenciar el efecto dramático.

Excelente interpretación de las protagonistas incluida la madre en sus breves apariciones.

Buena ambientación, vestuario, maquillaje.
Diálogos exquisitos con las frases justas, sin florituras, bien administrados.
Bellas localizaciones. Por cierto, me pareció reconocer la Playa de las Catedrales de Lugo en algunas secuencias aunque no sé si, finalmente, se rodó allí.

En fin, una película para no perdérsela: elegante, intensa, preciosista...

Título original: Portrait de la jeune fille en feu
REPARTO:
Noémie Merlant,
Adèle Haenel,
Luàna Bajrami,
Valeria Golino,
Cécile Morel
Dirección: Céline Sciamma
Guion: Céline Sciamma
Música: Para One, Arthur Simonini
Fotografía: Claire Mathon
Año: 2019// Duración: 120 min.
País: Francia
Género: Drama. Romance | Siglo XVIII. Pintura.
Premios: 2019: Festival de Cannes: Mejor guión

-MAY IBÁÑEZ-
Octubre 2019

miércoles, 30 de octubre de 2019

"DIKTAT" Teatro 2019



De pronto te sientes atrapada por un vórtice, no sabes si girando hacia arriba o hacia abajo, pero girando a velocidad de vértigo. Palabras, palabras… Muerto pero estoy…  Figuras retóricas que te empiezan sorprendiendo. La obra avanza con palabras, y conceptos, y una multiplicidad de temas que acaban aturdiendo: Conflictos de personalidad, Política, Terrorismo, Aspectos filosóficos, Memoria, Nacionalismo, Guerra-civilismo, Genocidio- exterminio…

Intemporal: Podría haber ocurrido en cualquier tiempo presente, pasado o futuro. Podría estar ocurriendo ahora.

Indeterminado geográficamente. Podría pasar en cualquier lugar. Ha ocurrido en países y zonas concretas, o está ocurriendo ahora mismo. Se asocia a zonas en conflicto que hemos vivido a través de los medios de comunicación, en cualquier continente, en determinados países, en el nuestro…

Dos hermanos de diferente padre, que podrían ser dos amigos, o dos vecinos, o dos compañeros de clase, o dos amantes… separados y enemistados por circunstancias aleatorias como la etnia, la clase social, el lugar que habitan, su tiempo, los intereses económicos, la religión, la ideología… 

El espectáculo avanza en sentido inverso a la intensidad dramática: desde la
dureza del comienzo hasta la esperanza de ese final al que se llega tras el diálogo y la revisión de todo lo que ha sido su historia, y sus sentimientos… Lo que se llama “separar la paja del trigo” hasta la desnudez de la verdad, de esa verdad que a veces enmascaran tantos factores ajenos e interesados y que crean burbujas de separación, o de odios.

 Y eso es la obra, toda ella intensa a través de las palabras, y los movimientos por el espacio escénico, pausados en el hermano mayor y acelerados en el pequeño pistola en mano.

La escenografía apropiada para el desarrollo dramático: tres columnas, tres pilares, separados entre sí en diferentes planos, de lo que fue una biblioteca. Para mí una clara simbología del intento de destrucción de la cultura, de la ciencia, del humanismo, porque el conocimiento es democracia y por eso algunos quieren acabar con ello; y cómo a pesar de todo se mantienen firmes esas tres columnas, sobreviviendo a la estulticia y los intereses espurios. Es todo un símbolo que la acción discurra allí.

En un aparte una mesa con un actor-director, que está ahí, presente todo el tiempo pero visible-invisible en momentos, a modo de jefe de ceremonias, o de creador, o de espectador, en un guiño a la técnica del distanciamiento que ya vi que el Director utilizó en otro de sus montajes.
Por cierto que en uno de sus pocos parlamentos dice algo así como: “Esperando a Godot, de Samuel Beckett”… En esa obra a la que alude el Director dos personajes esperan a un Godot que nunca llega; un Godot del que esperan que acabe con todos los males y que traiga la felicidad… pero que nunca llega. ¿Es un aviso de desesperanza?… ¿Los nacionalismos, el odio al diferente no tiene solución?... sin embargo DIKTAT sí lo resuelve, los dos hermanos acaban pasando por encima de los prejuicios y avanzando más allá de ellos, alejándose enlazados…. Eso me desconcertó un tanto…

Dicho esto confieso que he vivido el espectáculo con una buena dosis de ansiedad
desde el comienzo hasta el final. La entrada en escena del hermano pequeño me ha parecido sobreactuada y, aunque se ha ido moderando, no he dejado de sentir ansiedad.

Demasiada violencia, demasiados conceptos en cascada, sin opción a la pausa que descargue un poco, que de un respiro… Ese es el pero que le pongo a este montaje.

Aunque el teatro también sirve para aportar los matices poliédricos  de esas realidades y, tal vez, generar preguntas en el espectador. Pues ahí queda…


Título: DIKTAT
Música: Luis Ivars
Autor: Enzo Cormann
Ayudante dirección: Gemma Martínez
Traducción: Fernando Gómez Grande
Imagen y comunicación: María Cortés
Dirección: Juan Pastor
Realización escenografía: Carlos Pinto
Producción: Col-lectiu intermitent
Voz radio: Miguel Ángel Fernández
Espacio escénico y vestuario: Joan Sabas
Producción ejecutiva: Marylene Albentosa
Diseño iluminación: Mingo Albir

INTÉRPRETES: Morgan Blasco y Toni Misó

-MAY IBÁÑEZ-
Octubre 2019

"EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR" Cine 2023

  Acabo de ver la película “El maestro que prometió el mar” a través de Movistar tumbada en el sofá de casa. Me doy un tiempo para sacudirm...