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martes, 3 de noviembre de 2020

“LA LLEGADA” Cine 2016

 


Al fin una película que responde con rigor a los términos que la nombran: ciencia y ficción.

EN CUANTO FICCIÓN:

Unos personajes con perfiles bien diferenciados: dos científicos, altos grados militares, tropa, personalidades políticas.

Un planteamiento que define la situación de la que se parte: 12 naves alienígenas posadas sobre distintos puntos del Planeta con los que se quiere establecer comunicación para
averiguar sus intenciones. Época actual, años 2000.

 Un conflicto: La disparidad de soluciones frente a la posible amenaza, atacar o comunicarse.

Y un desenlace.

EN CUANTO CIENCIA:

El enfrentamiento entre la cultura humanista y la cultura científica que, no obstante, acaban convergiendo. Ella una lingüista, él un matemático. Cada uno quiere resolver el problema con sus herramientas- las palabras o los números- hasta que admiten que ambas,
apoyándose, pueden llegar a la solución. El objetivo, encontrar códigos comunes entre el lenguaje humano y el lenguaje alienígena para hacer posible la comunicación.

¿La comunicación? “…los límites del lenguaje son los límites de mi mente” (Ludwig Wittgenstein), viene a significar que mi mente es mi lenguaje, y que la relación que tengo con la realidad la determinan las palabras; en el contexto del guion, por tanto, se hace preciso encontrarlas e intercambiarlas. Y ese es el empeño de la lingüista.

Pero el guion introduce otro concepto, el de que el lenguaje no sólo describe la realidad sino
que además es capaz de crearla… Y de ahí que el regalo que los alienígenas hacen a la lingüista -su lenguaje- abra una puerta nueva en el relato, la de los diferentes conceptos de “tiempo”.  Tiempo lineal, tiempo cíclico, tiempo circular. El tiempo circular –lo hemos visto en muchas obras literarias- mezcla el antes, el ahora y el después como si no hubiera un
inicio y un final, conformando una sucesión simultánea. La protagonista vive, a partir de ahí, la posibilidad de conocer su futuro, lo que introduce el dilema de “qué elijo y qué descarto en mis decisiones conociendo el resultado final” …lo que no deja de ser perturbador. Por cierto, la mención del término “palíndromo” -esas palabras o frases que se leen igual de izquierda a derecha o viceversa- viene a mostrarnos de manera gráfica y simple el concepto de tiempo circular.

La escenografía es un factor multiplicador en la peli. La mayoría de escenas son de interior,
oficinas de campaña, salas de juntas, con un movimiento frenético por quienes están allí y que transmiten la gravedad de la situación; y ¡qué gran acierto el diseño de las naves alienígenas! Una especie de mitad de  lenteja ovalada en un tono gris intenso, casi negro –lo que le da aspecto de solidez, de poder y de misterio- que levita a unos metros del suelo. Y el acceso a la misma, ese túnel ingrávido y tenebroso que parece atrapar a los que se adentran en él; y la enorme pantalla con la que acaba, a través de la que se ven humanos y alienígenas - por cierto, éstos con forma de cefalópodos, de pulpos que utilizan su tinta para transmitir los grafismos con los que se comunican- y a los que llaman “heptápodos”. Me ha parecido soberbio todo ello.


La interpretación magnífica de Amy Adams en el papel de lingüista hace creíble el rol en
todo momento. Su semblante transmite al espectador la gravedad de la situación, estás con ella, la apoyas en sus decisiones. Y, asimismo, no le van a la zaga el resto de actores-actrices. Ha sido un casting acertado.

Y hay que admitir que sin la banda sonora la película habría sido otra: vibraciones, zumbidos, chasquidos, susurros, crujidos, ecos…que combinados con diferentes intensidades y exposiciones componen un universo sonoro de misterio y tensión que sobrecoge.

Respecto a la técnica cinematográfica se combinan los diferentes planos, y ángulos de toma, de manera efectiva sin afectación, sin artificio.


El ritmo dramático es progresivo. El espectador se va implicando en la trama, y va especulando en torno a los conceptos que aparecen, y en torno a esa otra peli paralela que es la vida privada de la protagonista que irrumpe de manera súbita en varios momentos, y que desconcierta porque no sabes si atribuirla a su pasado o a su futuro y que se resuelve con la técnica del flash forward.

En fin, es MI PELÍCULA y lo será por mucho tiempo. Me ha parecido grandiosa.

Hay que verla sí o sí…y disfrutarla, y especular, que para eso está la cabeza.

 

Título original: Arrival aka

REPARTO:

Amy Adams

Jeremy Renner,

Forest Whitaker, Michael Stuhlbarg, Mark O'Brien, Nathaly Thibault, Pat Kiely, Joe Cobden, Tzi Ma, Julian Casey, Larry Day, Russell Yuen, Abigail Pniowsky, Philippe Hartmann, Andrew Shaver, Anana Rydvald, Jadyn Malone, Frank Schorpion, Lucas Chartier-Dessert, Christian Jadah, Sonia Vigneault, Mark Camacho, Tony Robinow, Ruth Chiang, Bineyam Girma, Abdelghafour Elaaziz, Abdul Ayoola, Albert Kwan, Lorne Brass, Genevieve Sirois, Victor Andres Turgeon-Trelles, Reda Guerinik, Adrien Benn, Sasha Samar, Kattia Thony, Leisa Reid, Brent Skagford, Shawn Campbell, Dan Duran, Max Walker, Lori Graham, John Sanford Moore, Hal Roberts, Tammie Sutherland, Paul-Antoine Taillefer

 

Dirección: Denis Villeneuve

Guion: Eric Heisserer (Relato: Ted Chiang)

Música: Jóhann Jóhannsson

Fotografía: Bradford Young

Año: 2016 // Duración: 116 min.

País: Estados Unidos Estados Unidos

 

-MAY IBÁÑEZ-

Alicante 2017

miércoles, 28 de octubre de 2020

“PIES Y CORAZONES” cortometraje 2020

 


En el marco del Festival de Cine de Alicante 2020 veo el cortometraje del director Adán Aliaga.

Lo primero que me sorprende es que, en una tierra como la nuestra, tan llena de luz, la cámara la ignore. Hay muchos planos tomados desde edificios altos, de Benidorm y de Alicante, que ofrecen una panorámica bella y luminosa…
pero que la cámara no ve; aquí el paisaje se desdibuja, desperdiciándolo, y la cámara se traga la luz dando sensación de opacidad. Tal vez, más adelante, entendamos por qué.

Los planos, medios, se suceden unos a otros vertiginosamente; la cámara precede a la protagonista, la sigue, se pone de lado, provocando una cierta sensación de vértigo en el espectador, y también tiene su por qué.

Los diálogos, mínimos, como corresponde a un corto, aportan las pistas precisas para fundirte con la trama.

Y la trama… Una mujer joven, un ambiente doméstico corriente, unas calles, una ciudad para el disfrute, unos hoteles, salas de fiesta… Un contexto dispuesto como si fuera un mercado del que puedes ir cogiendo cualquier cosa para ser feliz.

Y el conflicto: la mujer no es feliz. Y ello se ve en un proceso gradual que
permite ir escrutando el por qué, a lo que ayuda la técnica de rodaje a la que aludía –esa sordidez de luz y paisajes, la vertiginosidad en el cambio de planos- y la interpretación, y la concisión en las secuencias clave.

El corto nos sitúa frente a una sociedad opulenta que excreta a algunos de sus miembros empujándolos a la inestabilidad emocional, a la soledad, a la locura, a la delincuencia, al crimen; y todo bajo un enfoque de “normalidad”; ella, la protagonista, es una chica "normal", aunque el espectador acaba conociendo sus actos, que no lo son.

Así que, como corresponde a los cortometrajes, es el espectador el que especula, partiendo de lo sinóptico del medio, con los porqués, y saca sus propias conclusiones… El personaje, y la situación que plantea, bien merece una reflexión para ahondar en la personalidad de la protagonista, para ver las causas de su desequilibrio, para ver si es la sociedad quien lo induce…en fin, una paleta que admite muchos colores, muchas formas y muchos puntos de fuga y que bien podría aprovechar el Director para hacer un largometraje con esta urdimbre.


Me ha impactado especialmente el momento en que la protagonista está en su “hogar” que no es otra cosa que un trastero guardamuebles. Y aquel en que la patrona prescinde de sus servicios. Y como dato, que me ha parecido revelador, el rechazo al ofrecimiento de amistad de un vecino…

Bien el trabajo actoral, el ritmo, la progresión en la intensidad de la trama.

No es una obra que rompa esquemas, que se atreva a innovar en la técnica cinematográfica, pero ha funcionado bien. A mí me ha gustado.

 

Título: Pies y corazones

REPARTO:

Isa Feliu,

Isabel Requena,

Miguel Such

Harry James Cosson

Dirección: Adán Aliaga

Guión: Adán Aliaga, Isa Feliu

Empresa productora: Jaibo Films

Producción: Miguel Molina

Fotografía: Miguel Ángel Garví

Música: Vicent Barriere

Duración: 18:49 minutos

Año: 2020

País: España

 

-MAY IBÁÑEZ-

Alicante, octubre 2020


miércoles, 23 de septiembre de 2020

“LA BODA DE ROSA” Cine 2020

 

 “Sí, fulanita es muy buena…” Cuando se dice esto de alguien tal vez ya no se la adjetive con nada más, lo que viene a significar, “…de tan buena es tonta…”


 Pues de eso va la peli, de una mujer buena que, de pronto, reivindica el derecho a ser menos buena pero feliz para sorpresa de cuantos la rodean, incluso para sorpresa de sí misma.

Icíar Bollaín tiene la virtud de echar una mirada a su alrededor y captar heridas sangrantes por las que se escapan vidas, y va y se monta una historia para que los demás lo veamos también como diagnóstico que posibilite la curación.

Eso aunque al espectador le cueste pasar por momentos duros, angustiosos diría yo, porque arañar en la herida siempre duele. Y lo hace de manera magistral, pero después llega la cauterización, la quema de los tejidos orgánicos afectados, y la sanación. Su cine es eso.

La primera parte la he vivido como una tragedia, queriendo espolear a la protagonista para que saliera de ese empantanamiento en el que se hallaba y que me hería por cuanto la hería a ella… Son secuencias duras, durísimas… Pero ¡qué bien narrado y con qué simplicidad!

Nos enfrentamos a personajes reconocibles: familiares, compañeros de trabajo, vecinos, amigos, ese microcosmos en el que nos movemos habitualmente; y el guion transita por ellos como hacemos todos, casi imperceptiblemente, están ahí, estamos ahí sin más. Claro, que después vienen las actitudes, eso de cómo se afrontan las diferentes situaciones…y aparece el egoísmo, la manipulación, la falta de empatía, los intereses espurios… Y sí, hay


personas que, frente a eso, no saben protegerse, avanzan sin coraza, a corazón abierto, como Rosa, la protagonista, desangrándose a cada paso y haciendo de su vida un Maratón para el que no están entrenadas. Pues ella, en un momento determinado de lucidez abandona la carrera. ¡Qué buen símbolo ha creado Icíar con esa entrada de la peli como condensación de cuanto quiere transmitir…!

Me han parecido espléndidas las localizaciones: la casa, el almacén-taller de vestuario escénico, la tienda de la madre…con esos tonos ocres rojizos que aportan proximidad y calidez. Y las zonas abiertas de playas, terrazas, calita…tan Mediterráneo y tan nuestro.

La interpretación muy buena; Candela Peña se deja la piel en el papel de Rosa y lo hace creíble. Paula Usero en el papel de la hija con registros que pasan de la ira a la compasión, ha estado espléndida, y Nathalie Poza en el papel de hermana, alegre pero cáustica, egoísta, sorprende con su naturalidad. Y, en fin, ellos han estado impecables también y han dado el tono adecuado para pulir la peli.


La segunda parte podría parecer que está en las antípodas de la primera porque discurre con técnicas digamos que Berlanguianas, con situaciones caóticas, saineteras y esperpénticas en tono coral incluyendo tracas, bandas de música, salas de Ayuntamiento…pero no es sino la sublimación con que se representa la entrada en ese otro talante que busca la protagonista y que, además, permite al espectador respirar tras tanta tensión anterior.

La banda sonora me ha gustado mucho incluyendo la canción de Rozalén “Que no, que no” que ilustra parte de la película… ¿Qué fue primero, la canción o el guion…? La letra de la


canción de Rozalén encaja milimétricamente en su esencia, ES la película.

En fin, buen cine español y película que hay que ver sí o sí… y, queridos lectores, no olvidemos eso de “la caridad empieza por uno mismo”, y quiérete mucho, y querámonos mucho, y quiérome mucho…


Título original: La boda de Rosa

REPARTO:

Candela Peña,

Sergi López,

Nathalie Poza,

Paula Usero,

Ramón Barea,

Xavo Giménez,

María Maroto,

Eric Francés,

Lucín Poveda,

María José Hipólito

Dirección: Icíar Bollaín

Guion: Icíar Bollaín, Alicia Luna

Música: Vanessa Garde

Fotografía: Sergi Gallardo, Beatriz Sastre

País: España España

Año: 2020/ Duración: 100 min.

Premios: 2020: Festival de Málaga

Premio Especial del Jurado

y Mejor actriz sec. (Poza)


 

-MAY IBÁÑEZ-

Alicante, septiembre 2020

martes, 22 de septiembre de 2020

“EN BUSCA DE SUMMERLAND” Cine 2020

 

De 1926 a 1976 ó 50 años de una vida… Claro, eso da para mucho, y en cine hay que plantear muy 


bien el guion si se pretende atrapar la curiosidad y el interés del espectador. Me temo que no se ha conseguido.

No desvelo nada si adelanto que se trata de un drama amoroso entre dos mujeres, porque eso ya se ve en el tráiler.

Se mezclan los tiempos en un juego de idas y vueltas y revueltas: de 1976 a los primeros años cuarenta en plena segunda guerra mundial, a 1926 en el arranque de esa relación amorosa, y saltando de una a otra. El vestuario nos ubica en cada uno de ellos y eso sí se ha resuelto bien.

La caracterización de los personajes se solventa, en última instancia, cambiando a la actriz que representa a la protagonista en su madurez.

Y la historia… He aquí a una mujer enérgica en abierta confrontación con sus conciudadanos a los que ignora o incluso parece despreciar. Vive en una casa alejada frente a un acantilado inmersa en su tesis doctoral, una investigación que cuestiona el sentido de los mitos. Y esta primera parte sí tiene entidad y credibilidad porque muestra a una mujer que sabe lo que quiere y se pone al mundo por montera.

Pero la historia empieza a hacer aguas cuando su relación con el niño, al que le han asignado para que lo tutele mientras dure la guerra, la va ablandando y cambiando el perfil. Es otra mujer. La peli se desploma y empieza a hacerse poco creíble porque deviene en melodrama y, además, deja en un mero


pespunte la verdadera causa por la que la protagonista está en contra del mundo: el fracaso de su relación amorosa y el por qué. Así, por los años en que discurre el relato no he podido evitar asociarlo con lecturas que transitan esa época y que leí allá por los finales de los setenta y principios de los ochenta, “Los diarios de Anaïs Nin”, los “Trópicos…” de Henry Miller, que presentan a personas intelectualmente potentes –como esperabas que fuera la protagonista de la peli- que viven al límite explorando su yo y su relación con el otro-la otra, las cosas, los sentimientos… Así, el personaje se me ha quedado corto, romo, mediocre.

Y, bueno, el giro arbitrario de la historia, con ese final que no voy a desvelar, ha sido la puntilla final.


La interpretación, por el contrario, me ha gustado mucho: ”…qué buen vasallo se hubiere gran señor” …o qué gran interpretación si hubiere buen guion.

Ahora bien, reconozco que he disfrutado con las localizaciones: en el Condado de Kent, los acantilados blancos de Dover. Eso merece la pena.

Y muy buena la ambientación de época como suele hacer el cine británico.

En fin, no me atrevería a recomendarla. Cada cual que determine qué hacer. Yo ya he dicho lo que me ha parecido.

Título original: Summerland

REPARTO:

Gemma Arterton,

Gugu Mbatha-Raw,

Penelope Wilton,

Tom Courtenay,

Bernardo Santos, Dixie Egerickx, Sally Scott, Lucas Bond, Joshua Riley, Dominic McGreevy, David Ajao, Amanda Lawrence, Karl Farrer, Ty Hurley, Sian Phillips, Toby Osmond, Nina Beagley, Amanda Root, Jessica Gunning, David Horovitch

Dirección: Jessica Swale

Guion: Jessica Swale

Música: Volker Bertelmann

Fotografía: Laurie Rose

País: Reino Unido Reino Unido

Año: 2020 // Duración: 99 min.

 

-MAY IBÁÑEZ-

Alicante septiembre 2020

domingo, 13 de septiembre de 2020

“LAS NIÑAS” Cine 2020


Es mi primera sesión de cine en la era Covid-19. Desde primeros de marzo no pisaba una sala…y estamos en septiembre.

Y bueno, ha discurrido con sus luces y sus sombras, veamos:
Va de niñas, de escuelas, de familias, de contextos.

Para empezar, me ha sorprendido el formato: una pantalla grande que se quedaba vacía por los laterales. Los fotogramas ocupaban el centro, en un cuadrado, de manera que era como estar poco más que frente a un televisor.


El relato: una niña de once años y sus circunstancias de familia, de escuela y de época histórica. La entrada en la pubertad y muchas preguntas sin respuesta con la consiguiente confusión en esos momentos de cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales.

El centro escolar: un colegio privado, o concertado, regido por monjas, por tanto, con ideario religioso católico y lo que conlleva respecto al concepto de persona, familia, sociedad, sexualidad, dimensión espiritual, ritos religiosos.

El contexto: Zaragoza, inicio de los años noventa del pasado siglo.
En este caldo de cultivo se desarrolla el guión. Yo diría que se ha querido hacer una reinterpretación de la historia de aquellos años, con el riesgo de subjetivismo, y de sesgo a la hora de plasmarla en el guion. Así, se han cargado las tintas en los aspectos más “sombríos” de la formación. Pero el ámbito escolar no era de los noventa, me parecía estar en una escuela de los sesenta, incluso los juegos de patio eran los de aquellos años. Muestra un ambiente en las aulas opresivo y plagado de consignas “espirituales”; frente a lo expansivo lo reprimido, pero los noventa, precedido de los ochenta, fueron unos años de eclosión en que emergieron muchas cosas nuevas que también se reflejaban en las escuelas…y que aquí se obvian. Y sí, fuera del ámbito escolar y familiar en que se mueve la protagonista hay pinceladas que lo muestran, el “póntelo, pónselo” de Francisco
Umbral en un programa televisivo, el cartel de enfermedades de transmisión sexual de la parada del autobús, la estancia del grupo de amigas en la discoteca… por cierto, con la escena inefable del chico, un preadolescente también, que va a sacar a bailar a una de las niñas. En fin, mucha distancia entre lo que vemos en el exterior y los interiores de escuela y casa familiar; tal vez esté premeditado que sea así a costa de distorsionar una de las partes.

El ambiente familiar también me ha sorprendido, aunque podría justificarlo, porque los miedos atenazan y alejan de las soluciones y la madre está aterrada. Madre soltera que
quiere lo mejor para su hija a costa de matarse a trabajar y que soporta la incomprensión de su familia. Y aquí, si lo contextualizo, encuentro desajustes porque ya se habían dado pasos relevantes: “El 7 de octubre de 1978 las Cortes Constituyentes despenalizaron la venta, divulgación y uso de los anticonceptivos. No era un tema menor. Por primera vez se separaba la sexualidad de la procreación”, “En la tarde del 22 de junio de 1981 el pleno del Congreso de los Diputados aprobaba la Ley del Divorcio”, “La ley de 1985, conocida como Ley del Aborto, supuso una revolución social en España y despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo en tres supuestos”. Como se ve, una sociedad nueva, por lo que no se entiende bien la atmósfera que plasma el guion con una madre acobardada, y recluida como si no viviera en su época. También me ha costado entenderlo.

Técnicamente nada destacable, la cámara está obsesionada por la protagonista, a la que sigue en todo momento, prevaleciendo los primeros planos en un intento por captar los matices emocional-reflexivos de la niña, y con ritmo lennnnntooooo. Se eternizan algunos fotogramas, como diciendo al espectador “mirad hasta dónde llega su estupor…”

Prevalecen las tomas en interiores, de la casa, de las aulas, y en tonos ocres-oscuros que potencian la situación emocional de la niña.

A destacar el personaje de Brisa, una compañera nueva que sí da el tono de la época con su actitud libre, y sus preguntas irónicas sobre las fantasías de algunos conceptos religiosos. Me ha encantado.

Y me ha gustado muchísimo el comienzo y el final, en un encadenado que informa el posicionamiento de la protagonista tras ese largo viaje en busca de sí misma.
Buena la interpretación, fresca, directa, creíble, de todas las niñas. Dirigí teatro con adolescentes un tiempo y sé cómo son de dúctiles y de apasionados, y cómo de bien pueden rendir en un escenario.

En fin, sé que es una primera experiencia de largometraje de la directora así que tal vez nos pueda dar más sorpresas. Esta no es desdeñable, pero para mí tampoco es esa “gran obra” con la que la han definido algunos.


Título original: Las niñas
REPARTO:
Andrea Fandós,
Natalia de Molina,
Carlota Gurpegui,
Zoe Arnao, Julia Sierra,
Francesca Piñón,
Álvaro de Paz,
Mercè Mariné,
Jesusa Andany,
Maite Sequeira, Laura Gómez-Lacueva, Leonor Bruna, Mariano Anós, Eva Magaña, Amelia Ríus
Dirección: Pilar Palomero
Guion: Pilar Palomero
Música: Juan Carlos Naya
Fotografía: Daniela Cajías
Año: 2020 // Duración: 100 min.
País: España
Premios 2020: Festival de Málaga: Biznaga de Oro (mejor película), fotografía y Premio Feroz


-MAY IBÁÑEZ-
Alicante 12 septiembre 2020

sábado, 21 de marzo de 2020

“EL HOMBRE INVISIBLE” Cine 2020



Una pareja, noche, ambos en la cama. Ella se levanta sigilosamente y abandona la casa.
Como espectadora intuyo que se va con miedo y que ese miedo se lo provoca el hombre…
Ese es el comienzo.

Y sí, a medida que avanza el metraje vemos que se trata de un maltratador del que huye la protagonista… Un tema muy de nuestros tiempos, del “me too”
Pues eso para adobar esta nueva versión del mito del hombre invisible; ese mito tan sugerente, el observador que no puede ser observado y que tenemos a nuestras espaldas, a nuestro lado… ¿Quién no ha soñado en la infancia con ser invisible al menos por un rato…?

Así pues, yo esperaba más, mucho más, pero el mito se diluye (la intensidad del comienzo se acaba perdiendo) en una trama de tecnicismos cinematográficos que quitan potencia e intensidad al relato. Y en un laberinto de hechos que son arbitrarios y que cuesta seguir y entender y que van perdiendo fuelle

Pocos personajes: el maltratador, su mujer, la hermana, un policía y su hija (que albergan, a la mujer que huye del marido, en su casa), el hermano del maltratador que aparece como por arte de magia en el guion…

El relato se articula a partir de que informan a la protagonista que su maltratador ha muerto y ella no lo cree porque parece percibir su presencia; y se complica por una inesperada herencia que le lega precisamente él…

La peli puede tener como dos momentos de tensión, no más.
En fin, que de hombre invisible poco, de tensión poca, y de embrollo mucho.
Y claro, ciencia ficción como causa de la invisibilidad; en este caso el artífice es un científico ingeniero óptico.

A destacar la arquitectura y ubicación -sobre un acantilado- de la casa de la pareja
donde empieza, y termina, todo. Bellas vistas y una casa impresionante.
La banda sonora, como corresponde, trata de meter tensión a unas secuencias que, por carecer de sentido, no logra.
La interpretación de Elisabeth Moss en el rol de protagonista es muy buena, pero queda en lo que queda.

Que no, que no merece la pena perder dos horas en esto.

Título original: The Invisible Man
REPARTO:
Elisabeth Moss,
Storm Reid, Harriet Dyer, Aldis Hodge, Oliver Jackson-Cohen, Zara Michales, Michael Dorman, Benedict Hardie, Renee Lim, Brian Meegan, Nick Kici, Vivienne Greer, Nicholas Hope, Cleave Williams, Cardwell Lynch, Sam Smith, Serag Mohamed, Nash Edgerton, Anthony Brandon Wong
Dirección: Leigh Whannell
Guion: Leigh Whannell (Novela: H.G. Wells)
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Stefan Duscio
Género: Ciencia ficción. Intriga. Terror
Año: 2020 // Duración: 124 min.
País: Estados Unidos Estados Unidos

-MAY IBÁÑEZ
Febrero 2020

viernes, 21 de febrero de 2020

“JOJO RABBIT” Cine 2019



Ya en el siglo XIX un escritor nos legó dos relatos mágicos que encandilaron a peques y adultos y que aún lo siguen haciendo: “Alicia en el país de las maravillas”, publicado en 1865, y “A través del espejo y lo que Alicia encontró́ al otro lado” de 1871, ambas de Lewis Carroll. Sumergirte en esos relatos es una experiencia interesante porque va más allá de las fantasías al uso y nos presentan a una niña protagonista que se plantea el sentido de la realidad, su identidad, la lógica o no de las cosas…de las que están en uno u otro lado del espejo. El recurso que utiliza es caer por la pendiente de una madriguera, en el primero, y atravesar el espejo en el segundo.

Y hago alusión a ello porque creo que el guion de la película juega con esos recursos: un niño, diez añitos, preguntándose quien es, confrontando la realidad y sus sueños; adentrándose en un agujero, tras atravesar una puerta camuflada, que bien podría ser el espejo, hasta donde se halla la joven judía, una especie de madriguera…

Pero ahí acaban todas las similitudes porque el ritmo, los interrogantes, las acciones, lo que va aconteciendo en la película está lleno de lugares comunes que nada nuevo dicen sobre el tema. Que más bien te expulsan de lo que estás viendo porque lo ves superfluo, arbitrario, mal narrado, a saltos. Y no se puede evitar recordar historias, novelas, películas que tratan el tema del nazismo, y de Adolf Hitler, y del holocausto, y de la persecución y exterminio judío…que sí aportan profundidad y extensión al tema.

Esta película no aporta nada. Protagonizada por un niño, que no trabaja mal como actor, pero que no te atrapa, con el que cuesta empatizar… Para mí la historia se ha ido viniendo abajo a medida que iba avanzando el metraje. Ha acabado por no interesarme en absoluto y aún más, por cabrearme. Porque retomar este tema hoy, 2020, con la hoguera de mundo que tenemos para jugar tan superficialmente, pues no. Y eso que al principio pensé que se tiraba de caricatura, de esperpento…pero claro, para eso hay que saber utilizarlo, y no ha sido el caso.

Y por volver al inicio de mi reflexión, la obra de Lewis Carroll está plagada de pensamiento lógico; atravesar el espejo –lo que en esta película sería el encuentro con la realidad de la joven judía y lo que observa en el exterior- es entrar en el mundo adulto, confrontar las dos verdades de cada lado. Tal vez han pretendido hacerlo así, pero, para mí, que no lo han logrado.

El final, con un jeep lleno de soldados norteamericanos ondeando su bandera por las calles, es la nota que abre la melodía de lo que ha sido esta película…

No la recomiendo.


Título original: Jojo Rabbit
REPARTO:
Roman Griffin Davis, Scarlett Johansson, Thomasin McKenzie, Taika Waititi, Sam Rockwell, Rebel Wilson, Alfie Allen, Stephen Merchant, Archie Yates, Luke Brandon Field, Sam Haygarth, Stanislav Callas, Joe Weintraub, Brian Caspe, Gabriel Andrews, Billy Rayner, Christian Howlings, Gilby Griffin Davis, Hardy Griffin Davis, Curtis Matthew, Robert East
Dirección: Taika Waititi
Guion: Taika Waititi
Novela: Christine Leunens
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
Año: 2019 // Duración: 108 min.
País: Estados Unidos Estados Unidos
Premios:
Oscar Mejor guion adaptado 2020


-MAY IBÁÑEZ-
Febrero 2020

"EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR" Cine 2023

  Acabo de ver la película “El maestro que prometió el mar” a través de Movistar tumbada en el sofá de casa. Me doy un tiempo para sacudirm...