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miércoles, 20 de noviembre de 2019

“LA TRINCHERA INFINITA” Cine 2019



Las guerras civiles y sus consecuencias. Las relaciones de vecindad, y las particulares circunstancias de envidias, intereses, diferencias ideológicas, como desencadenantes de odios y rencores
y rechazos…o asesinatos aprovechando contextos de guerra. El pueblo como prototipo de enquistamiento de esas situaciones, moviéndose entre dos constructos sociales binarios antagónicos del tipo bueno/malo, blanco/negro, republicanos/nacionales, nacionalistas/constitucionalistas, este/oeste… que circulan por carriles sin cambios de agujas… todo avante hasta romperse en el choque.

La primera parte de la película retrata ese prototipo: la entrada del ejército en el pueblo casa por casa a la detención o asesinato de los del “otro lado” guiados por delatores vecinos del pueblo.

La persecución a los evadidos por las calles del pueblo y campo a través, y su ejecución sin más, conforman unas secuencias durísimas como comienzo…aunque bellas e intensas como fotogramas.

Un vecino esquiva la muerte y apuesta por la supervivencia enterrándose en una madriguera, como un topo, para escapar de las represalias.
Claro, que lo que en principio se suponía para un corto plazo se convierte en un rosario de días y de años; el miedo como causa y efecto… miedo, miedo, miedo… “y la vida en un agujero porque es lo único que tengo y si salgo me la quitan”. La película consigue plasmar esa atmósfera angustiosa y presionante.

Vemos las circunstancias colaterales: su mujer, espléndida, valiente, luchadora, colaboradora necesaria para hacer posible la
supervivencia del topo porque ella sí está en el exterior, ese exterior que vemos cómo cambia a través de una ventana: la vestimenta, la vida en la plaza, el urbanismo, los utensilios que van surgiendo, el tráfico con los nuevos medios de transporte, la televisión, las costumbres… 

Ante el espectador 30 años a través de la ventana y el salón de una casa… Eso está espléndidamente resuelto en la película.

También se ven los reproches velados y el cansancio de una mujer que quiere participar del festín de la vida y que siente cómo le pesa la situación…

La película se convierte en el relato de esos años y en un laboratorio de comportamientos en relación con el sentido de la realidad: la objetiva, que existe independientemente del espectador, y la subjetiva, construida según la perspectiva individual. El topo en falso equilibrio entre ambas.

Color en tonos ocres quemados con profusión de sombras que aporta la atmósfera claustrofóbica  requerida por el guion.

Interesantes las tomas con la cámara tras rendijas verticales de puertas que son como la mirada del topo espiando lo que ocurre en los distintos espacios de la casa desde su madriguera.

Muy bien el retrato del paso del tiempo en los personajes.
Magnífica e intensa interpretación de los protagonistas.
Banda sonora que apoya e impulsa en todo momento el desarrollo dramático.

Es un documento visual de lo que fue para tantos otros hombres que vivieron la misma situación hasta la amnistía de 1 de abril de 1969.

Lección histórica… tal vez aprendamos para que no se repitan las causas que empujaron a hombres a vivir de esa manera.

Muy buena película, y diferente a lo que se suele ver, con su carga de misterio, de aventura, de drama, de reflexión histórica…



Magnífica dirección a tres bandas.
Bueno, demasiado larga, aunque se lleva bien.




Mientras hago esta crónica estoy oyendo a Rozalén interpretando la canción “Peces de ciudad”, de J. Sabina, y saboreando su timbre, su pasión, como si el mundo estuviera en paz consigo mismo, como si todo estuviera en armonía, como si éste fuera el mejor de los mundos aunque afuera, más allá de nuestros zulos-madrigueras-peceras particulares, este mundo, el de ahora, 2019, esté ardiendo, y descomponiéndose en manos de, una vez más, personajillos con cetros de poder… que hacen del ciudadano topo o pez… (¡Ja, me ha salido un pareado!)


Título original: La trinchera infinita
REPARTO:
Antonio de la Torre,
Belén Cuesta,
Vicente Vergara,
José Manuel Poga,
Emilio Palacios,
José María del Castillo,
Carlos Bernardino
Dirección: Jon Garaño, Aitor Arregi, José Mari Goenaga
Guion: Luiso Berdejo, José Mari Goenaga
Música: Pascal Gaigne
Fotografía: Javier Agirre Erauso
Año: 2019  //Duración: 147 min.
País: España
Género: Drama / Basado en hechos reales. Guerra Civil Española. Posguerra española.

-MAY IBÁÑEZ-
Noviembre 2019

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