Adaptación libre de la novela “Padres e hijos” de Iván
Turguéniev.
Los personajes: Una madre, su hijo y el tío, familia acomodada. Otra familia más humilde con los padres y el hijo. Los jóvenes, universitarios, rebeldes y disconformes. Una viuda que viene a constituir un puente a nivel ideológico y de edad entre los otros
personajes.
Un concepto no tiene sentido si no es confrontando a su
contrario. La obra plantea el conflicto entre el concepto tradición – lo que se hereda y conforma la identidad a lo largo del
tiempo- y el concepto ruptura -como
reinicio desde cero, desde la destrucción de lo que existe, para innovar-
Los dos jóvenes protagonistas se enzarzan vivamente con sus
mayores en torno a los conceptos tradición versus ruptura como expresión de conflicto
generacional, eso que ha sido común a lo largo de la historia y que en la obra
lo explicitan en un parlamento citando a Sócrates, Platón y otros…nada nuevo
pues.
Es inevitable reconocer en los jóvenes idealistas y rebeldes
a los creadores de “Podemos”, con nombres y apellidos, como hijos del
movimiento 15M de 2011; y en sus mayores, defensores de políticas neoliberales
consolidadas, a los partidos PSOE y PP.
Y las circunstancias que “vemos” a través de la ira de los
jóvenes
son los recortes, los desahucios, la precariedad, el paro, los bajos
salarios, la necesidad de emigrar a otros países, la corrupción, la inoperancia
de las instituciones…ese paisaje que nos acompaña desde hace ya algunos largos
años y que justifica su rebeldía. El dilema está en cómo resolverlo: con lo que
tenemos o con sistemas nuevos. Ese es el enfrentamiento y el conflicto táctico
y moral.
Claro, que en el camino irrumpe un factor inesperado: el
sentimiento, la necesidad de amar en
singular, eso que paraliza las funciones de la corteza prefrontal y que
ciega la capacidad de razonamiento. Nuestros chicos entran en ese torbellino
–el amor- y su actitud comienza a cambiar, a pasar de lo universal a lo particular.
La deriva por la que pasa actualmente “Podemos” y sus “mareas”
dibuja un paralelismo con la propia evolución de nuestros personajes, con
muchos matices, claro… Eso el espectador lo sabe… aunque la historia continúa…
(Una puntualización
feminista: el parlamento entre los dos chicos jóvenes, los rebeldes, los que
quieren cambiar el mundo, al inicio de la obra. Están hablando de sus
relaciones con las chicas y de sus experiencias sexuales y el más rebelde
incita al otro a lanzarse a por ellas, a hacer una larga lista para depredar.
Nada de sentimientos, te harán buenas mamadas… En fin, ni progres ni conservadores,
en lo que se refiere a la mujer la cosificación, la misoginia está servida y en
la mesa…)
Y esa es la trama de la obra.
¡Y qué bien han sabido adobarla y componerla, y qué placer
de
declamación, y de expresión, y de movimiento. Y qué elegancia en conjunto!
A resaltar el aprovechamiento del espacio escénico. ¡Cómo
han deambulado por todo él con juegos de persecución, bailes, desplazamientos…!
La banda sonora ha reforzado bien cada momento dramático,
tal vez un poco alta de volumen pero que no ha impedido la audición porque los
actores-actrices subían el tono y lo resolvían.
La escenografía elemental, transportable y apilable, como ha
dicho un amigo. Mesas, sillas, un jarrón con flores. Funcional y efectiva.
Vestuario entre actual e indefinido.
Curioso el recurso utilizado de, a mitad de frase, cortar a
modo de acotación y dirigirse al público explicando algún matiz de lo que se
hace o se habla. Me ha gustado porque nos ha integrado más en la obra y generado una mayor complicidad con la trama.
Por otra parte, se ha utilizado el método de distanciamiento
de Bertold Brecht a través de convertir
a los actores-actrices en
espectadores de su propia obra para así despertar en el
público la conciencia crítica de lo que estamos viendo.
Interpretación magistral de todo el elenco, en serio, de
excelencia.
El Director ha logrado que sacaran lo mejor de ellos.
Mis felicitaciones a “LA GUINDALERA”, ha sido un disfrute
participar de su espectáculo y ha demostrado que está en lo alto del mundo del
teatro.
Felicitaciones a su
Director Juan Pastor que algo tendrá que ver con la “guinda” que ha creado.
Un disfrute.
Título: “Sobre padres e hijos”
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REPARTO:
Margarita
Lascoiti es: madre de Jorge, madre
de Antonio
José
Maya es: tío de Jorge y padre de
Antonio
María
Pastor es: Anna
Jorge
Tejedor es: Jorge
Antonio
Lafuente es: Antonio
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Adaptación libre de Juan Pastor de “Padres
e hijos” de Iván Turguéniev
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Dramaturgia
y Dirección: Juan Pastor
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Espacio escénico: Juan Pastor
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Diseño de iluminación: Sergio Balsera
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Ambientación y vestuario: Teresa
Valentín-Gamazo
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Música original: Pedro Ojesto y Marisa
Moro
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Producción: Guindalera Teatro S.L.
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Ayudante de producción: Sara García
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Coreografía swing: Anabel Núñez
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Regiduría: Paula Gutiérrez Contreras
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Realización decorado y vestuario: Escena
Abierta / Isabel López Gómez
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Compañía:
GUINDALERA
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-MAY IBÁÑEZ-
Febrero 2019
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