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martes, 22 de septiembre de 2020

“EN BUSCA DE SUMMERLAND” Cine 2020

 

De 1926 a 1976 ó 50 años de una vida… Claro, eso da para mucho, y en cine hay que plantear muy 


bien el guion si se pretende atrapar la curiosidad y el interés del espectador. Me temo que no se ha conseguido.

No desvelo nada si adelanto que se trata de un drama amoroso entre dos mujeres, porque eso ya se ve en el tráiler.

Se mezclan los tiempos en un juego de idas y vueltas y revueltas: de 1976 a los primeros años cuarenta en plena segunda guerra mundial, a 1926 en el arranque de esa relación amorosa, y saltando de una a otra. El vestuario nos ubica en cada uno de ellos y eso sí se ha resuelto bien.

La caracterización de los personajes se solventa, en última instancia, cambiando a la actriz que representa a la protagonista en su madurez.

Y la historia… He aquí a una mujer enérgica en abierta confrontación con sus conciudadanos a los que ignora o incluso parece despreciar. Vive en una casa alejada frente a un acantilado inmersa en su tesis doctoral, una investigación que cuestiona el sentido de los mitos. Y esta primera parte sí tiene entidad y credibilidad porque muestra a una mujer que sabe lo que quiere y se pone al mundo por montera.

Pero la historia empieza a hacer aguas cuando su relación con el niño, al que le han asignado para que lo tutele mientras dure la guerra, la va ablandando y cambiando el perfil. Es otra mujer. La peli se desploma y empieza a hacerse poco creíble porque deviene en melodrama y, además, deja en un mero


pespunte la verdadera causa por la que la protagonista está en contra del mundo: el fracaso de su relación amorosa y el por qué. Así, por los años en que discurre el relato no he podido evitar asociarlo con lecturas que transitan esa época y que leí allá por los finales de los setenta y principios de los ochenta, “Los diarios de Anaïs Nin”, los “Trópicos…” de Henry Miller, que presentan a personas intelectualmente potentes –como esperabas que fuera la protagonista de la peli- que viven al límite explorando su yo y su relación con el otro-la otra, las cosas, los sentimientos… Así, el personaje se me ha quedado corto, romo, mediocre.

Y, bueno, el giro arbitrario de la historia, con ese final que no voy a desvelar, ha sido la puntilla final.


La interpretación, por el contrario, me ha gustado mucho: ”…qué buen vasallo se hubiere gran señor” …o qué gran interpretación si hubiere buen guion.

Ahora bien, reconozco que he disfrutado con las localizaciones: en el Condado de Kent, los acantilados blancos de Dover. Eso merece la pena.

Y muy buena la ambientación de época como suele hacer el cine británico.

En fin, no me atrevería a recomendarla. Cada cual que determine qué hacer. Yo ya he dicho lo que me ha parecido.

Título original: Summerland

REPARTO:

Gemma Arterton,

Gugu Mbatha-Raw,

Penelope Wilton,

Tom Courtenay,

Bernardo Santos, Dixie Egerickx, Sally Scott, Lucas Bond, Joshua Riley, Dominic McGreevy, David Ajao, Amanda Lawrence, Karl Farrer, Ty Hurley, Sian Phillips, Toby Osmond, Nina Beagley, Amanda Root, Jessica Gunning, David Horovitch

Dirección: Jessica Swale

Guion: Jessica Swale

Música: Volker Bertelmann

Fotografía: Laurie Rose

País: Reino Unido Reino Unido

Año: 2020 // Duración: 99 min.

 

-MAY IBÁÑEZ-

Alicante septiembre 2020

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