“PAULA” 2016
Dirección:
Christian Schwochow
Con Carla
Juri, Albrecht Abraham, Roxane Duran

Biopic sobre la vida de PAULA MODERSOHN-BECKER, antes Minna Hermine
Paula Becker, pintora alemana, corriente EXPRESIONISMO. 8/02/1876, fallecida en
21/11/1907 a los 31 años.
A resaltar las bellas imágenes a modo de cuadros de la primera parte.
El equipo de filmación ha creado una Galería de arte valiéndose de la
potente tecnología cinematográfica y sus recursos de iluminación, encuadres,
profundidad, zoom…cada fotograma deviene en un lienzo.
Se pasa de los tonos densamente tostados –coincidiendo con el intento
de huida de la protagonista de las circunstancias que la constriñen- a tonos
brillantes, claros, abiertos, durante su estancia en París y la eclosión del
Impresionismo y postimpresionismo que se vive en ella.
Yo diría que esa es la mejor virtud de la película y casi la única.
Paula, mujer, finales del siglo XIX y comienzos del XX que ansía ser
pintora en una sociedad que impide el acceso de la mujer a la Academia de
Bellas Artes.
De una familia con estatus social privilegiado que le posibilita
viajar a Londres y París para aprender arte en academias privadas femeninas (lo
que se obvia en la película). Libérrima y obstinada, acaba cediendo ante la
presión familiar y social: “…la mujer no puede ser pintora. Olvida el hoy
(Carpe Diem) y búscate un marido…” le
dice su padre.
La Alemania intelectualmente inquieta, de la que participa, no impide
que se tropiece con personajillos cegatos incapaces de valorar su particular
visión del arte. Una “perla” de muestra: ”…ser inteligente y mujer…qué
desgracia…!!”. Y otra "Las mujeres nunca podrán hacer nada productivo salvo hijos"
La secuencia, en Worpswede, de la fiesta campestre en la
que participan pintores, fotógrafos, bailarines, poetas (Rainer María Rilke)…me
ha parecido caricaturesca y ridícula.
Y el guión, maniqueo, para encajar el final con unas frases del
comienzo…”…moriré cuando…” atribuyendo a la protagonista poderes premonitorios.
Su boda con Otto Modersohn, pintor paisajista, pasa por
comportamientos anómalos, aberrantes, diría yo: cinco años juntos sin consumar
el matrimonio. Claro, eso da pie a jugar con el tópico de la mujer y la
maternidad, y la ansiedad y hasta una cierta locura.
En fin, su huida a París, el ambiente artístico, su febril actividad
pictórica, su encuentro con un hombre con el que entabla una relación, y
finalmente su retorno con el marido…
Entre líneas -y es otro de los aspectos a destacar de la película- la
fragilidad de la situación de la mujer de esos años…”…métela en un manicomio…”.
El recurso frente a las mujeres rebeldes. Con ella no ocurrió, aunque pudo
ocurrir, pero sí con Camille Claudel, escultora y amante de Rodín, coetánea de
Paula.
A pesar de todos los avatares, de la carrera de obstáculos que tuvo
que salvar, de su corta vida, ha dejado un legado de 700 lienzos y casi un
millar de dibujos.
Y cuenta como precursora de la corriente del EXPRESIONISMO ALEMÁN con
el que se identificaba: Primacía de la expresión de los sentimientos. Importa
menos el objeto pintado y más la sensación que produce, aquello que no se ve y que
es fugaz, efímero y único. Deformación de la realidad, en contra del
academicismo que defendía una transcripción fiel de la naturaleza y el objeto.
Temática: la soledad, la miseria, lo morboso, lo sexual -eso sí se
refleja en la película y en sus cuadros- con una significación metafísica que
expone el lado pesimista de la vida, la angustia existencial, los propios
miedos.
La técnica: trazos sueltos, cortos, vigorosos, colores fuertes y
puros.
La película acaba haciéndose interminable, largaaaaa. Está montada a
saltos. Los diálogos pocos y malos. La música un tanto dulzona, aunque intensa y apropiada cuando acompaña
los momentos duros de la protagonista.
La actuación de Carla Juri en el papel de Paula es bueno, yo diría que
muy bueno.
En fin, cada cual que saque su conclusión pero, de cualquier forma, se
agradece la oportunidad de dar visibilidad a una mujer víctima de la sociedad
patriarcal que mereció más reconocimiento.
-MAY IBÁÑEZ-
Mayo 2017