Podría haber
sido una Penélope tejiendo la red de la resistencia frente a la violencia de
las guerras, de las civiles y de cualquier otra; el personaje, creo, se
concibió para eso pero, para mí, se queda a mitad, se diluye como un azucarillo
en agua.
El encadenado de un conflicto tras
otro, sin pausa, disminuye la intensidad de cada uno y de todos, restándoles
profundidad, y matices, y aristas.
Una familia,
población civil en medio de una guerra, aferrada a su espacio, su casa, sus enseres,
su historia, sus libros (qué magnífica biblioteca ocupando toda una pared)…
Acosada por el pánico de los bombardeos, por los depredadores oportunistas
(delincuentes sin más) y por la incertidumbre de lo que pasará mañana. Ese es
el marco de la historia.
Una madre
coraje, capitán de nave tomando decisiones; priorizando férreamente la
subsistencia del conjunto de personas aunque tenga que manipular, y mentir.
Los
personajes aportan parte del conflicto
como laboratorio de comportamientos,
pero tratados de manera tan tópica y tan superficial que es uno de los factores
que resta calidad y valor a la película. Eso rompe el discurso dramático de la
situación y acaba resultando poco empatizable.
El tiempo,
un día, en el que se concentra el encadenado de conflictos: situación de
guerra, tiroteo al joven padre, interrelaciones de los personajes, saqueadores…
Una bomba tras otra que impide valorar el efecto de cada una.
El escenario
un piso con sus diferentes dependencias y lo que se ve a través de unas ventanas.
Rodar en un
espacio tan comprimido tiene sus dificultades y está bien resuelto a base de giros
de cámara, avance y retroceso acompañando a los personajes…tal vez se abusa de
planos largos demorando el avance innecesariamente, lo que genera lentitud en la
película, pero, en general, técnicamente está bien.
Banda sonora
inocua o un tanto edulcorada en cuanto a la música aunque efectiva en la
primera parte con el sonido ambiente de guerra, bombas, tiros…
La
interpretación no aporta nada destacable incluyendo el de la madre que no
cambia el registro a lo largo de toda la película. Y entiendo que la situación
precisaba de un semblante asociado al desasosiego tal y como lo interpreta,
pero algún tic, algún cambio de rictus puede enriquecer el papel y dar una pausa
al espectador.
Y, en fin,
otro aspecto a considerar y que creo que está presente en quienes hemos ido a
ver la película es el escenario en el que se ubica esa familia: Siria. Su situación de guerra desde 2011;
la internacionalización del conflicto a modo de “pequeña guerra mundial” con
sus bloques enfrentados; el éxodo de la población solicitando refugio con la
descripción de penalidades por las que pasan; la visión de las urbes asoladas
por los bombardeos y la población intentando sobrevivir en ellas…los conflictos
religiosos y de poder, los intereses ocultos por su situación geoestratégica en
Oriente Medio… Todo está presente mientras estamos sentadas cómodamente en
nuestra butaca, y no podemos desgajarlo de lo que se nos muestra en la
pantalla, aportando inconscientemente como acotaciones a pie de página, porque
también lo estamos viendo aunque no nos lo muestren.
La percepción de lo que está ocurriendo y la magnitud del drama está
más en la mente del espectador que en la propia película… Y ese es su talón de
Aquiles.
Título
original: Insyriated
|
Reparto:
|
Año: 2017
|
Hiam Abbass, Diamand Bou Abboud,
|
Duración: 87 min
|
Juliette Navis, Mohsen Abbas
|
País: Bélgica
|
Productora: Altitude 100 Production
|
Dirección: Philippe Van Leeuw
|
/ Liaison Cinématographique
|
Guion: Philippe Van Leeuw
|
Género: Drama | Guerra de Siria
|
Música: Jean-Luc Fafchamps
|
|
Fotografía: Virginie Surdej
|
|
-MAY IBÁÑEZ-
Abril 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario