“ELISA Y MARCELA” Cine 2022

 

A veces te das de bruces con algo inesperado que te sorprende. Eso me ha pasado con la película “Elisa y Marcela” que voy a tratar de analizar.

La base del relato es un hecho histórico ocurrido a finales del siglo XIX y principios del
XX. El guion está hecho en el siglo XXI. Y Lo primero que se me ocurre es que lo que vemos está bajo la lente de alguien de nuestro tiempo, y eso se nota en los diálogos y en el tratamiento de la historia.

Y creo que eso no ha sido fortuito, o un error, sino que
intencionadamente se ha visto desde la lupa de una sociedad más abierta para entender mejor aquellos hechos. Y sí, se entienden, y participas de ellos con ese envoltorio que le han puesto: cine en blanco y negro, y toda la gama de grises en una Galicia que hasta la ves verde-monte y azul-mar tras esos grises; con una fotografía y unos encuadres bellísimos que describen muy bien la Galicia de las aldeas, y sus aldeanos, y su contexto cultural-moral.

Se trata de una historia de amor entre dos mujeres. Las historias de amor, tan ensalzadas siempre, tan reiteradas siempre, tan sublimes siempre cuando se trata de amor convencional, de amor heterosexual; y tan, como menos, invisibles, cuando el amor es entre mujeres.

La película describe los inicios de esa relación con naturalidad, con cierta ingenuidad y frescura, y sí, eso choca para la época. Nuestras chicas
lo llevan bien en su intimidad, en su privacidad. Son maestras ambas en aldeas vecinas y viven juntas. La película no escatima alguna secuencia de intensidad sexual, aunque prevalece una cierta elegancia.

A mí la primera parte me ha parecido bellísima. La puesta en escena y el avance en esa relación, con ritmo pausado, diálogos cortos, los ambientes que recrea, la felicidad que desprenden.

Pero cambia, es como otra película en la segunda parte, y te empiezas a separar, a perder empatía. Y es que la historia, la real, obliga a la pareja, para escapar de la presión de los vecinos, a inventarse una treta: Una de ellas se marcha para retornar después como “él”,
travestida en hombre, con lo que eso supone de renuncia a la propia identidad. Y tan es así que hasta se casan por la Iglesia.

Pero ahí la peli pierde intensidad, claridad, concreción. Ocurren cosas, de pronto hay una hija, de pronto están en Portugal…pero no se explican, o se explican mal. Ellas huyen porque las burlas y la presión se hacen insoportables, sufren agresiones, encarcelamiento…y notas que todo ello afecta a sus propios sentimientos porque sus vidas se han convertido en un infierno. Tal vez esa desafección del espectador hacia la película esté prevista en el guion, para que note la profundidad del cambio, porque discurre en paralelo a la propia desafección que percibes entre las protagonistas.

Me ha parecido una película bellísima en su primera parte porque se percibe el sencillo gozo de la vida, pero que se adentra en la tragedia y te deja mal finalmente.

Por fortuna la sociedad va avanzando y el imaginario social se va haciendo menos rígido, con actitudes más abiertas en lo que respecta a la diversidad sexual para que situaciones como la descrita en la película no se tengan que repetir.

Y, bueno, estamos en la era Covid, y en estos dos, tres, últimos días viendo a través de nuestros televisores la invasión militar - la guerra- de Putin contra Ucrania… Esos son otros males… Como dijo no sé quién “Lo infinitamente grande es igual a lo infinitamente pequeño…” el mal se siente igual en lo grande y en lo pequeño.

Me ha gustado mucho la banda sonora.

Título original: Elisa y Marcela	REPARTO: Natalia de Molina, Greta Fernández, Sara Casasnovas, Tamar Novas, María Pujalte, Francesc Orella, Lluís Homar, Jorge Suquet, Manolo Solo, Milo Taboada, Manuel Lourenzo, Elena Seijo, Luisa Merelas
Dirección: Isabel Coixet
Guion: Isabel Coixet, Narciso de Gabriel
Fotografía: Jennifer Cox (B&W)
Música: Sofia Oriana Infante
País: España/ Año: 2019
Duración: 129 minutos
Género: Drama histórico

 A pesar de todo es una película que hay que ver sí o sí.

-MAY IBÁÑEZ-

Febrero 2022